El refugio profano de un iniciado

Entrada por calle San Lorenzo
Entrada por calle San Lorenzo

Ya he desarrollado en extensión, en otros trabajos (como el que puede leerse siguiendo este enlace) los aspectos simbólicos, inevitablemente esotéricos, del “Castillo Morisco de Pueblo Encanto”, esa creación del conde español Odilio Estévez ubicado en la no menos esotérica Capilla del Monte (sí, al pie mismo del inefable cerro Uritorco y dentro del mismo predio donde se hallara ese “pucará” de desconocida factura y antigüedad). He regresado al tema una y otra vez por lo que evitaré repetirme aquí, sugiriendo la lectura de esas referencias para quien llega por primera vez esta información.
También, al estudiar los orígenes de Capilla del Monte, establecí hilaciones, similitudes y antagonismos. Sirva entonces esta nota sólo a título complementario de esas investigaciones, porque hace unas semanas me permití un rápido viaje a la ciudad de Rosario, provincia de Santa Fe, para conocer lo que fuera el refugio profano de este Iniciado: la casa familiar (verdadero palacio) en que habitara en esa ciudad.
Recordemos que su esposa, Firma, era oriunda de la misma así como la hija (adoptiva) de ambos, Lilian Arijón. “Lili”, para los íntimos de las cuales damas hay una par de cosas interesantes que contar.

Escalera de acceso
Escalera de acceso

Como que doña Firma, católica contumaz (en su testamento, redactado años después de

Puerta cancel
Puerta cancel

enviduar, comienza con las palabras “Me declaro devota católica apostólica romana, viuda de….” Y recién continúan sus datos personales) y que tras la muerte de su esposo no quiso volver a ocupar el “castillo morisco”, para lo cual adquirió una vieja casona, aún en pie en el pueblo de Capilla del Monte, conocida como “villa Betty”. Cuando “Lili” contrae matrimonio con otro conde español, don Alfonso Diez de Tejada Conde del Castillo del Tajo, adquieren un campo en las afueras del pueblo donde levantan una residencia alternativa, lo que hoy se conoce como “Complejo el 44”, equívoco nombre de surge de la mala interpretación de la costumbre de la ahora Condesa en escribir su seudónimo colocando las “íes” más debajo de las “eles”. También deberíamos contar que doña Firma seguramente vivía con aprensión las inquietudes espirituales de su metafísico marido, y ello

La fuente
La fuente

seguramente provocara que tras la muerte de éste se negara volver a ocupar lo que hoy es “Pueblo Encanto” (comenzando así la decadencia del lugar, arrasado arquitectónica y mobiliariamente por su cesión a sindicatos en tiempos del segundo gobierno peronista, sepultado por pastizales y abandono hasta que el poeta y empresario Alejandro Sebastián Lusianzoff –padre del actual propietario- lo rescatara del olvido y recuperara en 1979). Un detalle: una imagen de la “virgen del Rosario” está colocada en la mansión rosarina pero no en el frontispicio –como era costumbre- sobre sobre una moldura interior; evidencia clara que fue “agregada” en tiempos tardíos, posiblemente tras la muerte del conde.

Bien. Contábamos que parte del año vivían en el palacio de calle San Lorenzo 753, en Rosario, ubicado en diagonal a la Catedral, frente a la plaza fundacional de la ciudad, a unos cincuenta metros del majestuoso “Monumento a la Bandera” , edificio que, hoy, es sede del Museo de Arte Decorativo Municipal de Rosario. En puridad, el museo de arte decorativo ocupa la deslucida planta baja; ascendiendo por la escalera de blanco mármol y asépticos azulejos de igual color, llegamos a la planta alta y allí, sí, nos sumergimos a una dorada época a caballo entre el siglo XIX y el XX. Ofrecemos a continuación una galería de imágenes, más con mero

Jarrones, sospecho que recuperados del castillo
Jarrones, sospecho que recuperados del castillo «morisco»

afán descriptivo y de “conservación visual” que como documentación esotérica accesoria. En efecto, las propias autoridades del museo “Firma y Odilio Estévez” (entidad autónoma que ocupa esa planta superior) sólo pueden limitarse a exhibir el impresionante mobiliario de los Estévez. Ignoran qué vino de Capilla del Monte (excepto el dormitorio matrimonial, del cuals e sabe que íntegramente tiene ese origen) y qué de la propia casa rosarina. Salvo esa deliciosa copia de fuente que remite inevitablemente a la que embellece el frente del castillo cordobés, nada hay en ese mobiliario que sea de interés iniciático: dado que todo ello sobreabunda en Capilla del Monte (como hemos demostrado) demuestra dos cosas: que los detalles “simbólicos” del castillo “morisco” no se debía a simples excentricidades decorativas de Estévez –pues de serlas no se habría privado de repetir e insistir en ellas en ésta, su casa rosarina- y que las prácticas iniciáticas y esotéricas las reservaba exclusivamente a su reducto en Capilla, sin duda porque las características energéticas del lugar eran irrepetibles en Rosario.
A simple título de curiosidad, recordemos que en Pueblo Encanto doña Firma tenía su “rinconcito católico”; éste se reducía a una mínima capillita familiar, en el interior del castillo, que no presentaba en otras áreas interiores o exteriores evidencia alguna de creencias religiosas de sus habitantes. Prueba clara que don Odilio consentía las aficiones eclesiásticas de su mujer, pero quedando restringidas a un espacio menor y secundario.

La tumba de Döering
La tumba de Döering
La tumba del obelisco
La tumba del obelisco

Y ya que estamos hablando de Capilla del Monte: en mi último viaje a ese pueblo pude visitar –por primera vez- el cementerio de la localidad. Localidad la tumba de Adolfo Döering; sí, el mismo que la “refundara” (y mencionado en detalle en el artículo mío sobre su fundación). Bien, allí está su tumba, con cuatro obeliscos egipcios (más bien, masónicos”) y bajo la cruz central, una “x” en piedra, que se corresponde con la otra única tumba extraña del camposanto: una tumba sin cruces, con un gran obelisco y bajo él, ahora sí, una pequeña cruz inclinada. Creo que ambas, la pequeña cruz inclinada y la “x” de la de Döering son una críptica señal de hermanos de Hermandad. Y dije la otra “única” extraña, y mentí: pues hay otra, sin nombre, sólo marcada por una roca, de la que no hay conocimiento alguno en el mismo personal del cementerio…

Sin embargo, dejando de lado la maravilla de objetos de arte que ocupan el palaciego reducto de Rosario –jarrones

Tumba innominada, marcada con una roca
Tumba innominada, marcada con una roca

franceses del siglo XVIII, jades chinos del siglo X, óleos de todas las escuelas entre el siglo

Obras de arte en la colección
Obras de arte en la colección

XVII y XIX- dos objetos llamaron poderosamente mi atención. Se trata de dos columnas de madera talladas –quizás madera de cerezo o bruyère– realmente fascinantes. Una, representa estadíos de evolución de las civilizaciones humanas: persas, egipcios, sumerios, griegos, romanos, caballeros medievales, renacentista… el trabajo da vértigo: no hay dos imágenes, dos vestimentas, dos posturas iguales. Cada una es única e irrepetible (no pude dejar de evocar los “soldados de terracota” de la tumba del emperador Qin Xihuang. La otra, escenbas mitológicas –griegas y romanas- también, todas originales.
Están hoy dispuestas a ambos lados de la arcada que comunica el “patio techado” con el “comedor francés” pero

Patio interno. Las columnas mencionadas, a la izquierda
Patio interno. Las columnas mencionadas, a la izquierd

nada, claro, garantiza que ésa fuera la ubicación original. En lo personal, tengo la fuerte sospecha que son las Joachim y Bohaz de Estévez, las dos columnas de toda logia masónica, que indica la ubicación del “Guardián del Umbral” y el acceso al Oriente…
Cabe la posibilidad que Estévez las tuviera en Rosario para las “Tenidas” eventuales locales. También, cabe la posibilidad que éstas, sí, hayan provenido del “castillo morisco” de Capilla del Monte donde su razón de ser se vería plenamente justificada.

Columna
Columna

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El dormitorio, con origen certificado en Pueblo Encanto
El dormitorio, con origen certificado en Pueblo Encanto
Lili Arijón
Lili Arijón
Firma de Estévez
Firma de Estévez
La imagen de la Virgen del Rosario
La imagen de la Virgen del Rosario
Patio externo
Patio externo
Luminarias originales
Luminarias originales

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Entrada
Entrada «secundaria»

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