Una enseñanza Tolteca para reflexionar

“Que los sentidos coman con avidez y que como las abejas, transformen sus alimentos en miel, para con esa miel alimenten a Tezcatlipoca, para que con la carne y sangre de este, se alimente Quetzalcoatl…… pero que Huitzilopochtli coma su propia carne y beba su propia sangre». (Oración Tolteca – Mexica)

La mirada intoxicada que alimenta la creencia en masivos sacrificios humanos entre los Mexicas se basa, también, en oraciones como ésta, donde –a tenor de lo interpretado primero por los conquistadores, luego por los ecleciásticos, finalmente por los herederos culturales de ellos- los “dioses” se alimentaban casi antropofágicamente de ellos mismos y entre sí. Y es ignorar el significado simbólico, alegórico, metafórico, en resumen, Iniciático y esotérico de ese Conocimiento.

En efecto, simbólicamente Quetzalcoatl representaba la Inteligencia. Tezcatlipoca, la Intuición y la Memoria. Huizilopochtli, por su parte, la Voluntad. De tal manera que podemos reescribir, “exotéricamente”, esa oración así: “Los sentidos físicos deben alimentarse de vivencias y sensaciones, para transformarlas en experiencia que queda en la Memoria. De ella, de la reflexión sobre ella, se alimenta la Inteligencia… pero la Voluntad, ella, tiene que alimentarse (fortalecerse) a sí misma.

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