
Un Guerrero, una Guerrera, no es quien dice no tener miedo. Ése es un irresponsable. Guerrero, Guerrera, es quien mira a sus miedos a los ojos y les grita tres veces: ¡Nican Can! ¡Nican Can! ¡Nican Can! (¡Aquí estoy, aquí me quedo!)
Porque esto es Huehuetlatolli, Palabra de los Ancestros.