“Los Templarios vociferaban su presencia, su paso y su mensaje a través de un camino de espirales que comenzaba en París, hablándonos de un secreto vinculado al Conocimiento y la Sangre. Yo tengo la absoluta convicción que este Secreto era propiedad de los Cátaros, quienes lo recibieron de sus relaciones con las dinastías Merovingias, y tras el exterminio de los primeros fueron los Templarios los encargados de conservarlo quizás siendo esto parte de la precipitación de su propia caída. Seguiré en un futuro tras los rastros del “después”.” En cuanto al Grial (que, por donde pasa, deja señales en forma de velloncinos de oro, vírgenes negras e historias de inframundo), ese secreto habla por un lado de la Sangre de Jesús; su descendencia, tal como sostiene la “historia revisada” tan de moda gracias (o a pesar de) “El Código Da Vinci”. Y de Conocimiento: cómo era, cómo debía profesarse y practicarse el Cristianismo original, más cerca del Budismo que del Catolicismo. ¿Olvidaremos que los cátaros, que se llamaban en realidad “buenos cristianos” (uno de las interpretaciones de la expresión “cátaro”, aunque sorprenda, es despectiva, y remite, en provenzal, a la calumnia de sus enemigos que afirmaban que los “albigenses” (como también se les conocía) besaban el ano de un gato, lo que hace eco todavia en la partícula “cat”. Otra interpretación, más romántica, la aproxima a un término en griego que significaría “perfectos” término éste con el que, después de todo, se nombraba a quienes trascendían la vida mundana dentro de la colectividad). Reencarnación, pacifismo, matriarcado y vegetarianismo serían sus cuatro principales pilares. (del autor, en este mismo artículo)
RECOMENDACIÓN IMPORTANTE: Hay un orden de lectura de trabajos previos que sugerimos para un mejor aprovechamiento de este artículo. A saber:
“Templarios y Gnósticos de Palestina a la Patagonia: la pista francesa”
“Venas del Dragón: ¿Camino de los ángeles”
“La extraña tumba de un asesino de Cátaros: la marca de la Diosa”
“La pirámide de cristal del Louvre: ¿Marca del Anticristo o mensaje al futuro?”
Sergio se recostó relajado en el sillón mientras miraba, vaya a saberse buscando qué, en el fondo de su copa, donde el cognac (cuando todavía podía llamarse así y no “brandy”) “Terry” de 1943, verdadera delicia arqueológica –si tal maridaje fuese posible- reflejaba con sus matices de caoba la tenue luz de las velas que nos rodeaban. E insistió, inclinándose hacia mí:
– Tienes que ver ese caracol, Gustavo. Hay allí alguna señal, algún acertijo que se nos escapa.
Acabábamos de cenar algo informal (apenas unos trozos de jamón ibérico, queso curado de cabra con almendras, unos espárragos “cojonudos” de Navarra, unos bonitos del norte en aceite de oliva y otras olivas, pero de Cieza) en la terraza de su hogar en Murcia, apenas a la luz de algunas velas y el pálido reflejo lejano de las luminarias de la calle. Nuestras damas se habían retirado a descansar y estábamos empeñados en un meduloso y por momentos bizantino debate sobre los temas que nos hermanaban y apasionaban: cátaros y templarios, Esoterismo y el simbolismo del Grial. Hacía pocos días que habíamos llegado a España y si bien ya acumulábamos muchos kilómetros y hallazgos, no había comenzado a ordenar en mi mente los datos que me permitieron, tiempo después, “conectar” algunos descubrimientos.
De modo que, cansado del trajín de ese día y disfrutando la espirituosa bebida, mi perezoso cerebro quizás no interpretaba el entusiasmo de mi amigo. Era bueno estar allí, en la templada noche de primavera, disfrutando la amistad y el placer de estar vivo. Levantarse bien temprano para partir raudamente rumbo a Caravaca, el pueblo de la cruz milagrosa, no entraba en mis planes y me parecía un esfuerzo innecesario, aún más cuando luego deberíamos seguir viaje a Cartagena. Cartagena, el puerto de fenicios y romanos, de cartagineses y griegos, el puerto deseado por las tropas napoleónicas, el de la mirada que se pierde en el desierto africano, no visto pero hacia allí, hacia el horizonte, intuido.
Pero esos son los momentos en que se impone la educación familiar y, cómo no, se tiene la cortesía de complacer a un anfitrión tan cortés, y especialmente tan sibarita, como mi buen amigo. De modo que acepté y me resigné a una brevísima noche de descanso para partir al amanecer. Pero me costó conciliar el sueño: de pronto, comencé a recordar otros caracoles que habían merecido mi atención.
El laberinto en espìral
Ya en mi artículo “El Grial de la Búsqueda” establecí claramente la relación entre las trece ocas de la catedral de Barcelona , el plano de París y los templarios. Este deambular por la vieja Europa estaría plagado de huellas templarias tan significativamente simbólicas, y por lo tanto esotéricas, con grialescas connotaciones, donde sólo la lectura en perspectiva permitiría ir articulando las piezas de este rompecabezas.
Seguimos, bajo la guía de Sergio Chorro, sumando “espirales”. Como la de la catedral de Murcia, donde en el paso de la sacristía a la nave central puede observarse, en el cielorraso, esta espiral:
Y por si alguien cree que es apenas una rareza arquitectónica sin otro significado, ahí está la imagen bajo la pila de agua bendita, con un caracol en espiral a sus pies:
Pero todo suma. Murcia es conocida por sus danzas en espiral. Danzas en Semana Santa, una escenificación sacral de Cristo como “Dóminus Daedali”. Éstas son alegorías de puertas hacia el Paraíso, laberintos protectores de Cristo o caminos-laberintos hacia la salvación espiritual. Son ejecutadas por los “armaos”, personas disfrazadas de soldados romanos, y se llaman “danzas del caracol”. En tanto que la espiral simboliza el camino hacia el Más Allá, y las pruebas que el espíritu probo debe superar para llegar a la Iluminación en la vida material y la Unidad con el Todo en el plano metafísico, estas danzas son una alegoría del camino espiritual del Cristo.
Si la espiral es un símbolo de la Transmutación Ascendente del espíritu, los círculos concéntricos son un símbolo de la Unidad con el Todo, de la identificación de lo Microcósmico –el punto central- con el Macrocosmos –la circunferencia exterior: “dios es un círculo cuya circunferencia está en todas partes y su centro en ninguna”. La cita es de Descartes, si no me equivoco). Eso explica que en Oriente, los “mandalas” fueran lisa y llanamente instrumentos de meditación para superar las limitaciones del Ego, y que en Occidente, en una umbría ignorancia sólo superada por élites, las masas fueran inducidas a una “despersonalización instintiva” al someterlas al efecto “mandálico” de los rosetones de las catedrales. Y recordemos que fue en la catedral de Murcia donde observé esa imagen de un “peregrino de Compostela” pero con el corte de pelo de los reyes merovingios (ver “El arcano misterio de un cura millonario”). Los Templarios vociferaban su presencia, su paso y su mensaje a través de un camino de espirales que comenzaba en París, hablándonos de un secreto vinculado al Conocimiento y la Sangre. Yo tengo la absoluta convicción que este Secreto era propiedad de los Cátaros, quienes lo recibieron de sus relaciones con las dinastías Merovingias, y tras el exterminio de los primeros fueron los Templarios los encargados de conservarlo quizás siendo esto parte de la precipitación de su propia caída. Seguiré en un futuro tras los rastros del “después”.
Pero la cuestión no se agotaba con las danzas, o el caracol en el techo, o al pie de la pila: en el mismo patio de la Facultad de Letras de la Universidad de Murcia –que al día siguiente de esta fotografía me vería dictando en sus claustros la conferencia que allí me concitó- alguien, con conocimiento de causa (o no, sólo una hoja arrastrada por el viento de las sincronicidades) decidiò que el amplio suelo mostraría este símbolo:
En Caravaca
Ya en el trabajo “Venas del Dragón: ¿Camino de los Ángeles?” hablé del enigma de la Torre templaria en las Fuentes del Marqués, junto al río Argos, y del templete de Caravaca, así como de la anécdota con el cura del lugar. De modo que permítame el amable lector centrarme en lo que me interesa señalar: los acertijos encarnados en la propia iglesia de Caravaca.
Podría señalar, quizás como el menos significativo, la rica simbología de su frontispicio; sin ir más lejos, esas pirámides perpendiculares a la fachada y dispuestas en forma regular. ¿Por qué considero importantes esas «pirámides»?. Porque las creo una «marca de cantera» típicamente egipcia, como egipcia en la cuna de esos obeliscos en el puerto de Cartagena, y egipcia la raíz de las Vírgenes Negras, ya que éstas son trasposiciones de cultos a Isis. Y porque estando probada,. como referiré en otro trabajo, la relación entre la iglesia copta egipcia y la cristiana primitiva irlandesa con fuerte componente celta, todo a espaldas de Roma, son por esas mismas razones el contexto documental donde el Grial, como Conocimiento, debe ser rastreado. Pero prefiero enfocar la atención en estos dos detalles:
Otro caracol, otra espiral, en un volado de un techo interno y de menor importancia que da al atrio. O no tan menor, pues a su inmediata izquierda –como marca de reconocimiento- señala la presencia de una extraña habitación circular, a la que es muy difícil acceder, y cuya finalidad es desconocida. Nada explica su presencia. Apenas tiene una pequeña ventana y en ninguna parte aparecen indicaciones sobre su función o razón de ser. Y es aquì donde debo remitirme a otro amigo y compañero de estos caminos, el ya citado Josep Bello.
Cuando visitamos Vilajüiga y nos alojamos en su casa, comenzamos a desandar el apasionante recorrido de decenas de misterios en unos pocos kilómetros a la redonda. En efecto, tomando como centro de operaciones en bucólico pueblito de unos mil habitantes, con el buenazo de Josep viajamos hasta el Cap de Creus, donde los Pirineos se arrojan en brazos de la mar; Cadaqués, retiro de ese loco lindo que fuera Salvador Dalí, Port de la Selva, donde la luz angelical del sol mediterráneo nos recibiò en ese tranquilo pueblito de la Costa Brava para almorzar distendidamente, Empurias, donde pudimos darnos el solaz de un día de mar y playa, las ruinas de Empuries, donde junto a la amiga Fina Sánchez recorrimos un lugar que nos dejó maravillados. Pero, muy especialmente, el castillo de Quemançor, el monasterio de San Pedro de Rodas…. Y el enigma del monte Pani y la “curva de la muerte”, pero de eso hablaré en otra nota.
Vilajüiga (qué extraño me resultaba que un pueblito tan mínimo pudiese existir desde tiempos medievales), “Villa Judía”, que tal su gentilicio, es parte del Camino de Santiago con su iglesia y un castillo en ruinas al cual ascendimos, Quermançor. De él se dice que tiene túneles secretos que llevan a cuevas ignotas donde una “cabra de oro” (según otras versiones, una “oveja de oro”, y aquì la inevitable vinculación con el “velloncino de oro” argonáutico –ver “El idioma de los ángeles”– me estaba advirtiendo que tras las leyendas se esconde otra cosa) me permitía clavar otro alfiler en el mapa para reflexionar después. Pero, sin duda –cuando menos, así lo veo yo- esa leyenda es un guiño críptico al futuro para perpetuar en el canto de trovadores y juglares (luego, en el cuento de sobremesa de abuelas y tíos) un saber ancestral: el Grial pasó por allí. Y voy por más: por donde pasa el Grial, hay Vírgenes Negras e historias de inframundos. Creo que ambas, las Vírgenes Negras y las historias de mundos subterráneos, son transposiciones semióticas del recuerdo de un matriarcado original, de una Diosa Madre, de un cristianismo hermafrodita que actualiza hace dos milenios el poder de la energía femenina (y por eso la compulsión maníatica de la Iglesia de Roma es descastar a la mujer como género, a la Magdalena como individuo, y “someter” el culto mariano a ser un mero “escalón intercesorio” con Jesús, Dios y el Espíritu Santo que, como se sabe, son bien machitos.
Deténgase el lector un momento, para ordenar algunas ideas pues no deseo confundirle, pero la interpretación del mensaje no es sencillo, simplemente porque sólo quien tiene ojos para ver, verá. Dije que para mí, el Grial es un Secreto de Conocimientos y de Sangre. De la Sangre de Jesús;: su descendencia, tal como sostiene la “historia revisada” tan de moda gracias (o a pesar de) “El Código Da Vinci”. Y de Conocimiento: cómo era, cómo debía profesarse y practicarse, el Cristianismo original, más cerca del Budismo que del Catolicismo. ¿Olvidaremos que los cátaros, que se llamaban en realidad “buenos cristianos” (uno de las interpretaciones de la expresión “cátaro”, aunque sorprenda, es despectiva, y remite, en provenzal, a la calumnia de sus enemigos que afirmaban que los “albigenses” (como también se les conocía) besaban el ano de un gato, lo que hace eco todavia en la partícula “cat”. Otra interpretación, más romántica, la aproxima a un término en griego que significaría “perfectos” término éste con el que, después de todo, se nombraba a quienes trascendían la vida mundana dentro de la colectividad). Reencarnación, pacifismo, matriarcado y vegetarianismo serían sus cuatro principales pilares.
Pero regresemos a la habitación circular de Caravaca, que de ella estábamos hablando. ¿Porqué ese salto a Vilajuïga?. Porque en el monasterio de San Pedro de Rodas, que visitamos, existe una igual. Y Josep Bello nos cuenta de la misma, copiando el texto de un mail reciente: “Pues bien, esta alarma es referente a otra habitación circular encima de la iglesia de Sant Pere de Rodes. ¿Recuerdas el folleto que cogimos a la entrada de la visita? Me diste uno. ¿Conservas el tuyo (No, no lo conservaba, y Josep tuvo la amabilidad de escanearme el que estaba en su poder, del cual reproduzco un fragmento) ?. En la página en que explica el (18) Deambulatorio Superior, al final del párrafo, dice: «…Al lado de las escaleras del final de la girola, encontramos el acceso a una pequeña cámara circular, hoy llamada Capilla de Sant Martí, que habría hecho las funciones de sacristía de la capilla de Sant Miquel.». ¡Es la habitación que a mí me produjo «claustrofobia» hace muchos años, y que tanto afectó a mi mujer el martes siguiente a tu visita! (Aquí, Josep nos remite a un comentario que nos hizo durante nuestro viaje, en el sentido que padeciò muy incómodas sensaciones en esa habitación, y que días después de nuestra partida visitó con su señora, a quien perturbó bastante.). Josep escribe esto pensando en un párrafo sobre la habitación circular de la iglesia de Caravaca que yo comenté en un trabajo anterior (y cito): «esa extraña e inaccesible habitación circular en lo alto de la iglesia de Caravaca, vacía de simbolismos y riquezas, ajena a la arquitectura convencional… con mucho de “occultum”, de lugar de práctica esotérica». Mi comentario había sido motivado por el recuerdo de un párrafo de Eliphas Levi quien, en “Dogma y Ritual de alta Magia”, menciona que el occultum ideal debe ser circular… Y sigue Josep: “Evidentemente no podía usarse como sacristía con un acceso tan incómodo. Pero si, como dices de la de encima de la iglesia de Caravaca, se usó para prácticas esotéricas, ¿pudo quedar impregnada con tanta intensidad que mi mujer y yo, que nunca hemos participado en rituales de magia ceremonial, tuviéramos que salir huyendo?. Creo, amigo Gustavo, que en tu próximo viaje a Europa tendrás que hacer otra visita con más tiempo a Sant Pere de Roda. Y con mejor tiempo, subir al castillo de Sant Salvador de Verdera, no sea que tengan razón las leyendas que te linké ayer, y resulte ser, realmente, el Castillo del Grial.”….
¡Bingo!. Un nuevo castillo explícitamente vinculado al Grial (recuerden mis alfileres clavados en el mapa) y, que duda cabe, tendré que volver al monasterio… y buscar caracoles y espirales en el mismo. Hoy por hoy y hasta aquí, ¿es mucho para un solo día?. De acuerdo, seguimos en otro próximo artículo. Porque aún faltaba mucho, porque aún no lo sabíamos pero, desde París, un dedo remoto nos estaba señalando…
Existe una serie de cuatro videos muy recomendables de conocerse, en ellos se detalla tanta magia y linajes que parecen fascinar a algunos, pero nos estan matando a todos.
Buscarndo el primero de esos videos en youtube, el nombre es
Los illuminati, todo conspiracion no teoria.
Los illuminati volumen 2 la conpiracion del anticristo.
Los illuminati volumen 3 monarquias asesinas.
Los illuminato volumen 4 La hermandad de la bestia.
Podreis comprobar que el Satanismo es poco romantico y hoy mismo nos esta atacando bajo mil formulas reales y diarias.
Cuidarse.
por demas interesante tu artículo, gracias por compartir información interesante
he escuchado que el griaal se ubica en montserrat o montsalvat, sera?