Prescindiendo de la consideración particular de los “Doshas” –que ya hemos referido en otros artículos, la sabiduría Ayurvédica transmite estos recursos simples pero efectivos para casos puntuales (como los procedimientos ya descriptos de té de jengibre y agua con limón y bicarbonato, así como la preparación del “ghee” –manteca clarificada-, así como activar el “tercer ojo”, que facilitamos en estos mismos enlaces). Son sólo algunos ejemplos, muy ilustrativos, que esperemos entusiasmen al lector a profundizar en esta apasionante sabiduría ancestral:
Infecciones en el tracto urinario: ingerir un litro diario de leche de coco durante tres días.
Intoxicación en la sangre: practicar “sweda” (sudoripación intensa).
Para mejorar el proceso digestivo: todas las mañanas, tras despertar, masajear durante tres minutos la frente con agua fría. Aquí también aplica un método de autodiagnóstico: si un eructo tiene aún olor al alimento es que la digestión es demasiado lenta o se ha interrumpido. Si al despertar el aliento tiene olor a alimento, debería dormirse una hora más. Tambi´ñen mejora la digestión masticar un poco de hinojo luego de comer.
Si se padecen pesadillas (o con pensamientos autodestructivos en vigilia): repetir todos los días el mantram “Aum Nam Shivayam”
Si se está en un estado de alteración nerviosa, macerar en un mortero un poco de echelote o albahaca, calentarlo hasta que esté tibio y colocarlo sobre los ojos.
Para aumentar la fortaleza del sistema inmunológico, tomar una cucharada de aceite de ricino en el primer día de cada nueva estación
Para las cataratas, aplicar todas las noches un colirio hecho del agua de un coco verde.
Para la úlcera: dentro de un coco –que se agujerea por el “ojo”- echar 100 gramos de sal del Himalaya o sal marina. Cerrar hueco, envolver con siete capas de tela con barro. Hacer un horno en tierra calentando piedras y colocar el coco, cubrirlo de tierra yu dejarlo hasta que esta esté fría. Extraer el contenido del coco, dejar secar a la sombra y tomar dos gramos diarios de esa sal.
Obesidad : Hacer Sarvagraha, es decir, se controla comiendo combinando los seis sabores (salado, ácido, astringente, dulce, amargo, agrio).
Infecciones internas: leche con jengibre.
Fiebre: jengibre con miel
Tos y dificultades respiratorias: mezclar ceniza de cebada con ceniza de jengibre y absorber por la nariz
Hemorroides o diarrea con sangre: comer abundante granada. Para hemorroides, mezclar con ghee y aplicar.
Tos seca: un espárrago hervido en un vaso de leche.
El aceite de coco con cúrcuma reduce la sintomatología del mal de Parkinson
Jugo de áloe vera con regaliz, en partes iguales, una cucharada diaria, reduce o eliminan las convulsiones epilépticas.
Como sabemos, los indios han sido milenariamente verdaderos expertos en el manejo de las especies. Y lógicamente, aprendieron a emplearlas como medicamentos. Ejemplo: combinación en partes iguales (y sostenido en el tiempo) de cúrcuma y pimienta aumenta enormemente la movilidad intestinal.
“Ghee medicado”: 4 partes de “ghee” y 6 partes de jugo de trébol. En embarazos, fortalece al feto y lo nutre. Purifica la sangre. Uso externo: indicado para enfermedades d ela piel. Como “nasya” (absorberlo por la nariz) elimina pólipos nasales. Sobre las hemorroides, las elimina.
Anemia: hervir cinco o seis flores de rosa china en un litro de agua.
Para quitar químicos de vegetales (pesticidas, fertilizantes) hacer un “biolavado”: sumergir esos vegetales durante media hora en agua con cúrcuma y sal.
Para incrementar el equilibrio nervioso, hacer 20 minutos de ceremonia o meditación (aquí se recomienda: encendido del altar, mantram devocional a alguna deidad, reverencias, meditación) una hora y media antes de la salida del Sol.
Dhümapana: una técnica para incrementar el efecto terapéutico de las hierbas medicinales, es secarlas, molerlas y fumarlas.
Problemas de vista (especialmente presión ocular): hacer un “dique de contención” alrfededor de los ojos con harina de garbanzos y agua un poco caliente, y rellenar el interior con “ghee”.
GRACIAS!!!!!!!!!!!!!!!