Cuando uno profundiza en el conocimiento –me parece pedante hablar de «desarrollo”- de la percepción de la existencia de planos sutiles de la Naturaleza (y de las entidades que existen en esos planos) se encuentra atrapado entre dos fuegos, siendo éste el primer “disuasivo” que tiende a alejarnos de estas disciplinas. Pues mientras por un lado nuestra natural, obvia ignorancia de esos planos nos lleva a explorar en ocasiones callejones sin salida, a especular y teorizar, a malinterpretar fenómenos y tratar de decodificar vivencias, por otro el Paradigma Dominante tiende a señalarnos como irracionales y potencialmente desquilibrados, no siendo pocas las veces en que uno, tratando de ser sensato, se pregunta a sí mismo si no será así.
A medida que avanza casi explorando a tientas estos nuevos territorios, convive no solamente con otros “exploradores” en igualdad de condiciones sino también con sibilinos desorientadores: los garúes con todas las respuestas y los mercachifles de la ilusión ajena. Ambos, sabiéndolo o no, terminan siendo funcionales al Paradigma Dominante. Este Paradigma Dominante es la construcción social que a través de los siglos crea la tendencia inconsciente colectiva de cuál es la manera “sensata” de percibir la Realidad. La política, la Historia y los medios de comunicación son las herramientas con las cuales se programa, profundamente, las características acordes a ese Paradigma en cada uno de nosotros.
Uno se pregunta cómo es posible que ante tantas evidencias, directas e indirectas, respecto a la Gran Manipulación que somos objetos, tanta gente razonable y despierta sigue pensando que se trata de, simplemente, la “locura de las conspiraciones”. Cómo es posible que no solamente no se rindan ante las evidencias, sino que ni siquiera se pregunten con objetividad cuánto puede haber de cierto y lo exploren, o busquen el debate –en el adecuado sentido de intercambio intelectual- con quienes somos conscientes de esos procesos. Y creo que la respuesta tiene que ver con la vulnerabilidad ante el obvio mecanismo manipulador. Así como algunos andan por la vida con más defensas inmunológicas que otros –por genética, por crianza, por alimentación- asi algunos andan por la vida con mayor “lucidez” (en términos estrictos de percibir esa Manipulación) seguramente por razones muy similares, aunque más próximas a la lectura espiritual.
La mentada Programación (o Manipulación) tiene una estructura obvia, sencilla y eficiente: por un lado, la sobredosis informativa. Nuestro cerebro alcanza a procesar un número dado de referencias simultáneas. Eso, como sociedad, hizo posible que en el pasado –y no necesariamente lejano- una sola de las evidencias que los teóricos de la Manipulación presentamos ha desencadenado revoluciones o volteado gobiernos. Vicente Fuentes, investigador español, cita sensatamente el caso Watergate: la evidencia de micrófonos ocultos por parte de la administración Nixon basto para forzarle a la renuncia. Hoy en día esa historia parece casi una charada de estudiantes ante tanto espionaje, asesinatos por encargo, envenenamientos masivos, experimentaciones con la sociedad, endeudamientos salvajes de países incapacitados de defenderse, Wikileaks proporcionándonos miles de testimoniales escandalosos….. pero nadie “cae” por ello.
Esto es consecuencia directa de la sobrecarga de estímulos sensoriales a nuestro sistema nervioso e intelectual, es decir, esa sobresaturación informativa a la que hiciera referencia. Bombardeados por avalanchas de denuncias, cámaras ocultas, datos cruzados, nuestros cerebros reaccionan defensivamente reduciendo el nivel de “enfoque” (interés) y compromiso (respuesta emocional) que los mismos pueden causarnos.
A la sobrecarga informativa se agrega, socialmente, la adaptación colectiva del “lavado cerebral” más rancio. Cuando en los años ’50 se quería “reprogramar” un individuo, la técnica habitual era colocarle un casco con dos auriculares. Por un lado, escuchaba una afirmación. Por el otro, simultáneamente, otra afirmación pero totalmente opuesta a la primera. La conciencia no puede soportar demediado tiempo esta antinomia y se producía lo que se llama una “disrupción de la conciencia”: se cae en una especie de trance conciente, donde la capacidad de crítica objetiva se ve obnubilada y el sujeto, estando conciente, no puede construir razonamientos que no sean el reflejo de uno u otro auricular. Y,. en el mejor de los casos, esforzarse por autojustificar sus contradicciones y actuando bipolarmente. Entonces, quizás habrán notado ustedes, amigos lectores, cómo la “realidad” que se nos cuenta es también “bipolar”. Desde los bandos “buenos” (siempre muy buenos) y los bandos “malos” (siempre muy malos) de la Historia hasta el bipartidismo culturalmente dominante en la política de las naciones llamadas “democráticas”.
Así, gente que comparte no sólo educación y acceso a la información sino que pertenecen al mismo espectro psicosociológico (y donde ambos resultarían airosos en cualquier examen psiquiátrico) perciben dos Realidades completamente distintas. ¡Cuántas veces me ha ocurrido que, entrevistado por algún periodista entusiasmado por algún comentario mío sobre los Illuminati (y apoyando su entrevista en algunas de mis investigaciones) frunce el ceño con desagrado cuando llego al punto de vincular al Poder en las Sombras con entidades no físicas o no humanas!. Es “correcto” –desde su lectura- explorar las manipulaciones ocultas. Es “conspiranoico” –en sentido despectivo- es “poco serio” meter extraterrestres o entidades espirituales en la ecuación., aún cuando las líneas de razonamiento y evidencias que llevaron en determinada dirección original la indagación continúen, simple y obviamente, señalando esa conclusión final…
Cabe la posibilidad que algún lector recién llegado me pregunte por esas “pruebas”. No es el lugar, éste, para repetirme, pero le invito a nuestro blog hermano, “Al Filo de la Realidad” donde encontrará, entre sus numerosísimos artículos, aquellos que le brindarán la información que necesitan. Aquí, simplemente, reflexionar sobre los porque de una “ceguera”, ciertamente peligrosa, de cara al futuro global.
Ay Gustavo, has descrito lo que nos pasa a muchos y creo que para sobrevivir no hay receta. Conozco a gente realmente buena en su percepción que se han ido para el lado del Paradigma (como tu lo dices) y siento que es una vida perdida para el espíritu. Y están los otros que tu mencionas. Por mi parte creo que lo único válido es seguir la intuición y si uno se equivoca, esto quiere decir que así aprendió lo que faltaba, pero en resumen, la vida del caminante espiritual es solitaria, claro que: nadie puede quitarle a uno, lo que va aprendiendo y eso es oro puro.
Un abrazo y paciencia.
Emargareth.
Ni qué decir que comparto plenamente lo que expusiste. Y agrego a tu observación del efecto «lavado de cerebro – bipolaridad», otro factor que juega en este «no querer ver» (o ver pero no rebelarse) que padecemos las personas razonadoras y despiertas: el «efecto adicción». Este factor juega de la siguiente forma, y te doy un ejemplo: hay fumadores inconscientes, que fuman negando la nocividad de ese hábito y otros que saben bien el daño que causa esta adicción… pero fuman igual. Si les preguntas por qué lo hacen aún sabiendo que es dañino, ponen miles de excusas, pero el fondo real es que no se pueden desprender de su adicción. Bien, el sistema social fue creado para causar adicciones en casi todos los aspectos de la vida: las comodidades, el deslumbramiento de lo nuevo, lo placentero… hacen que pese a que ciertas personas se den cuenta de la manipulación existente, no quieran salirse del sistema. Y en esto me incluyo, ya que trabajo en este sistema, consumo en este sistema, es decir, que pese a que sé lo que el sistema me produce, que me usa, que me tiene atada a él… no me fui a vivir a una isla desierta para dejar de alimentarlo. Porque eso deberíamos hacer todos: dejar de alimentar a este sistema que nos esclaviza. Que los amos del mundo son algo «no humano», no me cabe la menor duda y esto lo digo en el sentido literal; al respecto, si tenés tiempo, lee el libro de Anne Ricce, «Lestat». Leyendo entre líneas, más allá de lo argumental (es una novela) te vas a quedar con la boca abierta con las conclusiones que despierta su lectura.
Un abrazo
Cuando se hacen análisis en las ecuaciones se tienen que agregar términos por las cosas que se desconocen y que pueden estar afectando esas ecuaciones, como por ejemplo entidades no físicas, no humanas, energía escalar, etc., dejar espacio para otros términos relacionados a cosas que no se tiene ni idea, etc. etc.
Si se considera por ejemplo, que las entidades no físicas no tienen nada que ver con lo que se está analizando, ese término valdrá cero en la ecuación y no tendrá influencia sobre los resultados.
Sería bueno que figuren todos los términos.
Muchas Gracias
La adversidad de la vida, impone al ser humano a dos caminos.- Evadirla o enfrentarla.- No solo quien carece de medios, tambien el que vive en abundancia.- La mayoria del ser humano no se cuestiona, para que estoy en el mundo, a donde voy, como debo tomar esta vida que me dieron.- Y de alli adentro, salir a mirar el exterior y observar y actuar.- Hay que tener interes en la vida propia y la que nos rodea, para contestarnos, que hay alguienes mas que nos manejan y esta fuera de nuestro alcance.- Intereses materialistas ,unidos y enormes, proyectan 100 , 200 años, porque su mirada es terrena y defienden su logia, los demas si es necesario asesinar para lograr sus fines, no importan.- Yo creo que las fuerzas que toman son las del maligno, que hay una cantidad de seres espirituales buenos y malos, y eso indica que hay dos Reinos. de Espirtus o seres inmateriales que definen el mundo- Ante tanta superficialidad es facil adivinar quienes siempre ganaran esta lucha terrenal.- Pocos razonan, la mayoria te dice vive y deja vivir.- Evadir la realidad es lo que hacemos la gran mayoria de los humanos.- Y alli apuntan, los itnereses terrenos vivir lo facil, lo encantado y magico, confundir de mil maneras, para que no pienses, o te pierdas en el mundo de las ideas.-
Las palabras de Emargareth, «la vida del caminante espiritual es solitaria», lo comparto, la búsqueda de la verdad, nos aparta del mundo convencional, de formulismos estereotipados, de hipocresías rancias, de lavados cerebrales, el Maestro Jesús lo expreso claramente, «buscad la verdad y la verdad os hará libres», si no hallamos la verdad, seguiremos siendo esclavos de lo que nos ofrece el mundo material. Saludos!