En mayor o menor medida todos hemos oído hablar de las distintas Escuelas de interpretaciones oníricas, asociadas, en mayor o menor medida, a escuelas psicológicas o psicoanalíticas. Así, la interpretación de tales ensoñaciones que hacen los freudianos tiene sensibles diferencias con las de, por caso, los junguianos. Y en esta constelación brilla, quizás débil pero persistentemente, otro abordaje que reclama su lugar: la llamada Interpretación Parapsicológica.
En puridad, debemos señalar que esta línea de lectura excede lo estrictamente parapsicológico salvo que este término lo comprendamos a la luz de una actual concepción: que lo que llamamos “parapsicología” es sencillamente el “aggiornamiento” del antiguo, hermético, universal Esoterismo.
De esta manera, con estas herramientas vemos los sueños que pueden evidenciar ser premonitorios (anticipatorios de sucesos futuros), clarividentes (informativos de acontecimientos sobre los que no tenemos, en tiempo presente, conocimiento inmediato), telepáticos (que remiten al contenido psíquico de otras personas con las que nos encontramos vinculados) o retrocognocitivo (percibiendo instancias y momentos del pasado de los que no pudimos haber conocido por vías “normales”). Pero también esta modalidad de considerar los sueños, además de clasificaciones obvias pero necesarias (“literales” y “simbólicos”, los primeros describiendo situaciones de modo expreso, los segundos desplazando a decodificaciones metafóricas sus contenidos), sabemos que también pueden ser estrictamente personales pero, en ocasiones, mostrar emergentes del Inconsciente Colectivo.
Cómo distinguir unos de otros, qué significan los contenidos de nuestros sueños, no evade un contexto apasionante: que muchos sueños no lo son en sentido estricto sino “recuerdos” de proyecciones de nuestro Cuerpo Astral. Y como si con ello no bastare, reconocer la posibilidad de “reprogramar” nuestros sueños para así aprovechar la feliz instancia de los llamados “sueños lúcidos” y las puertas que se abren en esos momentos.
Éste es el espíritu de nuestros talleres de Interpretación Parapsicológica de los Sueños, si de explicarlo en pocas palabras se tratare.