«Eran muy artistas e ingeniosos para todo lo que hacían. Todo era de buen gusto y calidad, inventores de artes maravillosas, de una antiquísima ciencia relacionada con las hierbas medicinales con magníficos resultados. De las piedras sabían tanto que era increíble, aún de las piedras bajo la tierra, o cristales embutidos o incrustados dentro de rocas mayores, descubiertos por sus conocimientos profundos. Eran tan extraordinarios estos Toltecas, que no se les escapaba ningún conocimiento, avezados en Astrología. conocían el arte de interpretar los sueños, hombres buenos, virtuosos, grandes oradores» (Fray Bernardino de Sahagún, en su «Historia General de las Casas de Nueva España», 1546.)