En mi reciente Formación de Guías de Temazcales en México, volví a percibir algo que es una tendencia cada vez más acentuada entre tantos Hermanas y Hermanos de Camino en la Medicina Ancestral, algo que estoy recolectando en todas las geografías por las que camino y que podemos definir como el hastío ante tanto “maestro iluminado“, tanto “fundamentalismo intransigente“, una forma de fanatismo (que quizás esconde inseguridades de quien lo profesa) que consiste en dotar a esta Sabiduría Ancestral de un dogmatismo, complejidad ritual absolutista y oscurantismo del que en verdad carece, todo disfrazado de «respeto a los Abuelos». En efecto: la verdad siempre es simple, sencilla, transparente, y nada gratifica más la memoria de los Ancestros que mantener vivo el amor por su Medicina. En consecuencia, cuando algunos practicantes, invocando infusas herencias espirituales, pontifican limitaciones y obstáculos al aprendizaje de quienes llegan a este Sendero con la excusa de “respetar el linaje“, en realidad sólo pueden invocar sus propios dogmas, cuando no sus inseguridades o, más simplemente, sus egoísmos.
Presento aquí una prueba de como muchos pretendidos “transmisores respetuosos del Saber ancestral“ son víctimas de su propio desconocimiento y actitud dogmática. Por ejemplo, cuando señalan que “el temazcal debe ser necesariamente hemisférico porque simboliza el vientre de la Madre Tierra, y armarse y desarmarse luego de cada ceremonia (o con cuatro puertas, o sólo de ramas de árboles y mantas, o ……. (completar por la línea de puntos cualesquiera de los discursos que hayan escuchado)“. Posturas que me llevan a decir que quienes la sostienen nunca han estudiado el Temazcal en su tierra natal, el actual México. Porque si lo hubieran hecho, no podrían soslayar evidencias como ésta: Temazcal de Xochicalco, en el estado de Morelos, aprox. 700 de nuestra era. Xochicalco (cuya etimología significa “lugar donde se floorece“ era la “capital espiritual“ de los Toltecas, entre quienes la Medicina del Temazcal alcanzara su mayor desarrollo. Y, como se observa en las imágenes, su Temazcal era una habitación de bloques de piedra pegadas con argamasa, de forma cuadrangular, fijo, con temaz2banquetas, etc. Porque lor ealmente importante de esta Ceremonia no es el «afuera»: es lo que ocurre “adentro“.
Mil gracias Gustavo. Siempre tan iluminador tus escritos. Me encanto este, todo esta dentro, donde las formas, los limites y todo se diluye y no tiene existencia. Un saludo eterno 🙂
Gustavo: ha brotado últimamente ese fundamentalismo, y no sólo en temazcales sino en danzas, «tradiciones», calpulis y otros. Como bien dices, el temazcal en todo México es predominantemente cuadrangular o rectangular, de piedra unida por argamasa, y fijo. Su uso era social, político, espiritual y por supuesto, medicinal. Incluso nacían bebés en su interior.
Te comento algo que te va a interesar: en un principio parece que era solamente para mujeres y se le llamaba Xochical, la Casa de las Flores, que es el nombre del maravilloso sitio tolteca Xochicalco. Al paso del tiempo, pudieron entrar hombres, pero un cronista de la Colonia, descendiente directo él de reyes mexicas, comentó algo inquietante: «los guerreros NO permanecían mucho tiempo en el temazcal pues se afeminaban…».
El temazcal redondo, portátil y con «puertas» etc, etc. proviene de los hermanos «piel roja» allende el Río Bravo tales como Lakotas, Dakotas, Sioux, Cheyennes,etc. Los fundamentalistas ignoran esto.
Así que, la polémica está abierta. Saludos de poder, con afecto abstracto.
Julio Diana.