Cuenta el escritor polaco Jerzi Kosinski que algunos niños de Europa tienen la cruel costumbre de capturar un gorrión, de una bandada, y pintarle con brillantes colores; luego se le libera, pero cuando el pájaro trata de regresar a aquella, el resto de los gorriones ya no lo reconocen y comienzan a atacarlo a picotazos; el pájaro pintado debe entonces huir –y vivir en soledad, pues no será aceptado en otra bandada- o arriesgarse a morir bajo el ataque de quienes eran hasta hace poco sus congéneres. Ya no es, ya no volverá a ser nunca el mismo, y por ello su vida, sus horizontes deberán forzosamente ser distintos o arriesgarse a perecer. Así también, nuevos miedos remplazarán a los antiguos y sólo habrá paz cuando, quizás, se cruce en el camino de otros pájaros pintados.
Pensar y –sobre todo- vivir de acuerdo a los principios del Esoterismo es ser por propia elección un pájaro pintado. La vía de evolución, la vía de ascensión no está exenta, no puede estarlo, de dolores y pérdidas. Todo crecimiento duele, toda ascensión duele porque sólo se puede evolucionar en soledad. No existe el crecimiento “compartido”; alguien muy amado a tu lado puede elegir libremente las mismas lecturas, las mismas prácticas, los mismos estudios, acompañarte activamente en tu búsqueda, pero la forma en que impactará ese camino en el espíritu de esa persona será una experiencia propia e intransferible y, por definición, distinta de la tuya. Así que no hay forma de mutar y no arriesgarse en el proceso a que las cosas y la gente queden atrás. El camino del monje es
solitario, y sólo cada uno y cada una sabrá si es el momento y está pronto para ello.
Qué hermoso símil del espiritualista con el pájaro pintado… Es muy acertada la comparación, dado que la sociedad (el «rebaño») va siempre en una dirección, a cabeza gacha, aún cuando más adelante haya un despeñadero… Ah, y pobre del que ose decir que alcen la cabeza…
Por eso es inevitable que el crecimiento espiritual de cada persona deba ser en soledad, para no herir ni ser herido por la comunidad y el sistema imperante.