Qué falta me hace un temazcalito!”; “extraño hundir mis manos en la Pachita”; “¿cuándo podremos volver a reunirnos juntos al Abuelo Fuego?”. Me han escrito (o me he cruzado en su lectura) decenas de veces algunas de estas frases y otras de similar tenor. Pero estamos en cuarentena que, en algunas regiones (buena parte de mi propio país) ya tiene visos de cuareterna. Y aún en lares donde se ha pasado a fases más relajadas, la imposibilidad de reunirse en grupos o trasladarse parece bloquear el camino (¿el Camino?) de hermanitos y hermanitas volcados a estas filosofías. Muchos viven en ciudades “acuarentenadas”; muchos , en apartamentos. Y muchos perciben que su amor por la Madre Tierra, sus ceremonias, rituales y prácticas han quedo literalmente suspendidas hasta nuevo aviso.
Tal vez debería comenzar esta nota reiterando obviedades, del tipo “toda crisis nos da la ocasión de sacar lo mejor de nosotros”, o “todo contratiempo es una sublime lección”, que no por obvias son menos ciertas. Y la (también) obviedad que al emplear la palabra “Chamanismo” me refiero al concepto amplio de “Sabidurías Ancestrales”, no sólo a la sanación y curación, que es específicamente lo que la palabra implica (y que la empleamos porque refleja espontáneamente en el ideario colectivo a lo que queremos remitirnos).
Si el Chamanismo es rehén de una pandemia (ni siquiera de las más graves históricamente). Si la Sabiduría de los Abuelos queda restringido por la imposibilidad fáctica de llegar libres a espacios abiertos naturales, si, en definitiva, sólo pudieran hacer “chamanismo” quienes vivan en aldeas, pequeños pueblos o viviendas con amplio espacios verdes propios, la Sabiduría Ancestral estaría limitada y condicionada por circunstanciales eventos humanos y sociales. Y si así fuera, ni siquiera habría llegado a nosotros, ya que tiempos oscuros y eventos humanos cargados de oscuridad buscaron su destrucción en los siglos pasados. Pero pervive. Y pervive porque esa verdadera resiliencia del Conocimiento tiene a su favor dos cualidades imbatibles: ser Filosofía de Vida y un enorme abanico de prácticas, sencillas y hasta “caseras” que no requieren necesariamente de la visibilidad del Fuego, el Espacio Sagrado, ríos, árboles, montañas… El Guerrero, la Guerrera, lo es hacia su interior. Así estuviera paralizado, inmóvil, prisionero, postrado, el fuego interno no dejará de existir si se sabe cómo atizarlo.
Sin que esto devenga en un sesgado “chamanismo urbano”, debemos comprender que un simple rincón al que decretemos como ése, nuestro “espacio sagrado”, quizás una vela, una sencilla ofrenda, una planta, una oración, una pequeña roca en nuestras manos, unas hierbas quemadas no reemplazarán a la Danza, al Temazcal, al Calumet y tantas otras, y no deberán reemplazarles porque simplemente son cosas diferentes, complementarias, con sus propios resultados y alcances. ¡Claro que necesitamos un temazcal!. ¡Claro que necesitamos cantar junto al Fuego, aunque ello sea apenas un canto a nuestra verdadera Libertad, siempre interior e inclaudicable!. Así que busca Tu Espacio, reúne esos pocos elementos que te sirvan de apoyo, cierra los ojos, sueña, vuela (así comienza el “vuelo chamánico”), dibuja los trazos de “tu” Universo de aquí en más, recuerda en voz alta, si los sabes, tu Nombre Guerrero y tu Nombre Espiritual porque los espíritus de los ancestros te escucharán en cualquier lugar… Una piedra en tu Altar personal puede ser toda la Montaña, una bella planta en un pote puede ser toda la Selva, un cuenco con agua puede ser todo el Mar, el pedacito de cielo que ves por tu ventana puede ser todo el Cielo sobre tu cabeza, ya que si crees que no es así, es porque aún necesitas más de las formas que de los contenidos.
Nota: para reflexionar sobre estos tiempos de “chamanismo en cuarentena”, te invito a la charla “Fundamentos de Chamanismo” que daré por Zoom el lunes 3 de agosto de 2020, a las 20 hs de Argentina, 19 hs de Chile, 18 hs de Ecuador, Colombia, o revisa tu horario local. Y si te enteras pasada la misma, búscala en nuestro canal en Youtube, “Al Filo de la Realidad”.
Muy buen post, muy recomendable! Reciba un cordial saludo.