Quizás para que este trabajo pueda enfocarse rápidamente en la propuesta de metodología que lo inspira y no perderse en vericuetos bibliográficos, sería procedente remitir al lector que ignora lo quje es una “psicofonía”, una “psicoimagen” o el acrónimo TCI (“Transcomunicación Instrumental”) a buscar en Google una que otra referencia. Pero, así también por respeto a ese lector, no vendrán mal unas pocas líneas de repaso.
Llamamos “Transcomunicación Instrumental” a la práctica de intentos de comunicación con supuestas entidades no físicas, a través de cierta aparatología. La misma consiste en elementos de grabación de audio y/o de imágenes, y llamamos “psicofonías” al resultado de las primeras y “psicoimágenes” al resultado de las segundas. En el ejemplo típico y básico de práctica “psicofónica”, el experimentador se ubica con su equipo de grabación de audio y realiza una “invocación” (del tipo “Si hay alguna entidad presente, le pedimos, por favor, que se manifieste”); deja correr la grabación y en ocasiones , al revisarla, encuentra voces, susurros, ruidos que fueron inaudibles en ocasión de la grabación y, en experiencias más avanzadas, respuestas a preguntas formuladas por el propio experimentador. Cuando en el transcurso del experimento (o no) se “tiran” al azar capturas fotográficas o de video, y en las mismas aparecen “presencias”, rostros, etc., les llamamos “psicoimágenes”. Existe también un sistema mása empírico de obtención de “psicoimágenes”, por retroalimentación visual del equipo de videograbación y un monitor o televisor, pero de ello volveremos a hablar más adelante.
Como decíamos, se propone incluir este conjunto de resultados –al margen de su interpretación- bajo la denominación (a mi parecer muy acertada) de “Transcomunicación Instrumental”, consideránose que la palabra “transcomunicación” expresa la idea de “comunicación con el Más Allá”. El fenómeno de la psicofonías fue descubierto por el sueco Friedrïch Jüguerson, documentalista y productor de óperas, cuando en 1959 trataba de grabar el canto de pájaros pinzones en un bosque. Al reproducirlos en su hogar, descubriò que en un momento los trinos estaban superpuestos por lo que parecían ser voces ininteligibles. Creyendo haber sido víctima de un intruso en el área de grabación, regresó en días subsiguientes a repetir la misma, pero ahora las voces comenzaban a expresarse claramente y, entre ellas, la de su propia madre, fallecida hacía tiempo, que se dirigía a él.
La historia de las psicofonías o, más propiamente hablando, la Transcomunicaciòin Instrumental es larga y riquísima en evidencias y anécdotas como para extendernos aquí. Sólo señalaré que, históricamente, dos fueron las explicaciones propuestas por los investigadores. Una, obviamente, remitía a las “voces del Más Allá”, es decir, que se trataban de sonidos producidos por el remanente (“espíritu”) de los difuntos. La otra hipótesis (a la que sumé durante muchos años, como veterano experimentador psicofónico que soy) trata de explicar el fenómeno como una acción inconsciente de tipo psicokinético provocada por el propio experimentador. Por cierto, ambas teorías tienen sus matices de interés y, justo es decirlo, sus flancos débiles. Mientras tanto, se han experimentado un sinnúmero de métodos prácticos para obtener psicofonías, a algunos de los cuales nos referiremos aquí. Mientras tanto, les ofrecemos, a través de este enlace, conocer algunos ejemplos aleatorios de psicofonías. Y numerosos y calificados investigadores (con la certeza de ser injusto con algunos, debemos mencionar a Konstantin Raudive, Germán de Argumosa, Pedro Amorós, el sacerdote Françoise Brune, Sonia Rinaldi, y un largo y respetable etcétera.
Pero al correr el tiempo, surgió otra hipótesis explicativa: que las voces eran producidas por entidades inteligentes de dimensiones paralelas o decididamente extraterrestres. Una de las referentes mundiales de esta perspectiva es Sarah Estep, norteamericana, quien en 1982 fundó la Asociación Americana de Fenómenos de Voz Electrónica (AA-EVP) en Severna Park, Maryland (la expresión “voces electrónicas” es sinónimo de “psicofonía”). Distintas experiencias realizadas en diversas ocasiones parecerían apuntar más a esta explicación que las dos anteriores, especialmente cuando en paralelo a la observación de un OVNI, en distintos soportes (grabadoras de voz de celulares, etc.) aparecían registros inexistentes hasta ese momento.
Mi opinión personal (quisiera adelantarme a la eventual y esperable pregunta de algún lector) es que las hipótesis expuestas no necesariamente se excluyen entre sí. Así como estoy convencido que el propio fenómeno OVNI puede tener más de una explicación (dejando de lado los casos asimilables a explicaciones convencionales, creo que un porcentaje menor es decididamente extraterrestre, y otro más significativo multidimensional –por razones en las que me he extendido en numerosos artículos como éste-) entiendo que lo mismo puede ocurrir con Psicofonías y Psicoimágenes: en ocasiones, ser resultados de proyecciones inconscientes y psicokinéticas del operador, en otros, manifestaciones de “paquetes de memoria” y, finalmente, contactos extraterrestres o extradimensionales. Haciendo un alto aquí, quiero recordar que el 2 de setiembre de 2011 realizamos, en colaboración con Misterios en la Web, una Alerta Global Psicofónica, donde numerosos entusiastas de todo el mundo hispano realizamos en tiempo real y coordinado “en vivo y directo” una práctica psicofónica bastante prolongada. En la misma, planteamos el objetivo de contactar con residuos psíquicos de personas fallecidas pero también nos enfocamos en cuerpos extraplanetarios, como en Marte y Gliese-G , con resultados cuantitativamente menores pero cualitativamente significativos.
Planteado este escenario, en objetivos y razones, a los efectos de este artículo insistimos entusiastamente que el repaso de los resultados tiene mucho que ver con las expectativas (u objetivos) de los experimentadores. Por una parte, es una obviedad: si el operador no considera, por caso, la alternativa extraterrestre, difícilmente interpretará el resultado psicofónico como proveniente de ese origen. A este argumento puede oponérsele, seguramente, el razonamiento inverso: el operador puede proponerse un objetivo “extraterrestre” y tenderá subjetivamente a interpretar en ese contexto el resultado. Y aún más: si se considera la “inclusión psicokinética”, y el experimentador está pensando en lo extraterrestre, cabe que sea probable que dicha inclusión satisfaga sus deseos inconscientes.
¿Cómo poner, entonces, un poco de orden en este batiburrillo?. En el Instituto Planificador de Encuentros Cercanos sostenemos que el abordaje simultáneo del contacto pretendidamente extraterrestre desde tres ángulos (psíquico, instrumental y psicofónico) es la respuesta. Cruzando resultados, la hipótesis que el origen radique (o no) en una inteligencia no humana se verá estadísticamente sustentada. Por supuesto no bastará con ello: será necesario mejorar no sólo la calidad de los registros sino muy especialmente la extensión, interacción e información de los mismos, así como definir protocolos comunes de investigación en cuanto a las metodologías, los equipos a ser empleados y el procesamiento y análisis de la información obtenida.
Sirva entonces la oportunidad para renovar la invitación a todos ustedes, a sumarse al IPEC y, quienes así estén interesados, recibir la formación y capacitación integral en esta nueva metdología que promete venturosos resultados.
Alerta Global Psicofónica: El Documental
Para un conocimiento general e integral del fenómeno psicofónico, invitamos a ver (y compartir) este Documental.
Parte 1: https://www.youtube.com/watch?v=fW-ypnwFeGI
Parte 2: https://www.youtube.com/watch?v=4Wl_507XOVo
Parte 3: https://www.youtube.com/watch?v=rIbymHI6J9U
Esto parece tener relación con el fenómeno HUM