PROPONIENDO UNA NUEVA VÍA DE CONTACTO

“Estudiando y experimentando aplicar los estados modificados de conciencia chamánicos (sin enteógenos) para establecer contacto con planos sutiles y entidades no físicas. Lo que es una obviedad en el contexto de las Sabidurías Ancestrales puede ser un salto cuántico en Parapsicología y Ufología. Claro que a algunos parapsicólogos y ufólogos «de salón» no los metemos en un temazcal ni arrastrándolos…”
Escribi esto hace muy poco, cuando caí en la cuenta que eran ya tres las oportunidades en apenas un par de meses que personas muy allegadas a mí (y en este último caso, yo mismo) habíamos logrado no solamente observar sino muy especialmente fotografiar luces no identificadas de comportamiento inteligente, así como extrañas “presencias” inmediatamente después de hacer un “temazcal”. Algún crítico puede sugerir que estamos mezclando peras con manzanas y que, con todo lo respetable que pueden ser las sabidurías de los Pueblos Originarios, la moderna Investigación OVNI necesita de otros instrumentos, más cercanos a la informática que a la memoria genética…
Pero quizás no.
Ya que si la propia naturaleza del fenómeno (y de la inteligencia o inteligencias que se mueven detrás de él) es motivo de debate e hipótesis, no estando definido ello es difícil que alguien, más allá de sus suposiciones personales, pueda con autoridad establece runa discriminación sobre qué es idóneo emplear y que no. Y voy por más: cuando cada vez es más evidente que esas inteligencias están más cerca del –metafóricamente- “mundo de los sueños” que de planetas astronómicamente etiquetables, es más intensa la percepción de la necesidad de depender menos del telescopio y más del ojo interno para comprender de qué se trata esto.

Por todo ello, sirva el relato de este episodio para proponer –cuando menos, a mis colegas experimentadores- una alternativa, complementaria o no, a sus “alerta OVNI” y noches de observación a la espera de ver o fotografiar algo inusual: experimentar estados modificados de conciencia y permitirse vivir luego esas experiencias.
No seré un exégeta de las “plantas maestras” ni me reivindicaré como tardío discípulo de John Lilly. En lo personal, creo que el empleo de enteógenos me impide tener una postura objetiva, por lo que “modificar el estado de conciencia” pasa para mí por otros andariveles, y he aquì uno en el que he acumulado mucha experiencia: la práctica de la ancestral ceremonia de Temazcal. Y el porqué de la propuesta: ya suman, ya escribí,  tres ocasiones concretas en que personas de mi conocimiento manifiestan tener experiencias de percepción OVNI a las pocas horas de realización de este ritual ancestral. Ello, sin considerar los casos de “percepción extrasensorial”, lisa y llana y que sólo a efectos de no complicar las conclusiones de este artículo, omitiré momentáneamente. Aunque, después de todo y como ya he abundado, cada vez estoy más convencido que el campo de los llamados “fenómenos parapsicológicos” y el campo del “fenómeno OVNI”, si no son equivalentes, creo comparten más de un componente en común. Veo una luz con comportamiento inteligente en el cielo, y especulo con una “nave extraterrestre”. Veo una luz con comportamiento inteligente entre los árboles de un bosque, y especulo con un “fantasma”. Es una cuestión de paradigmas.

De modo que el relato es éste. Lugar: Capilla del Monte, al pie del ínclito cerro Uritorco. Y yo, que soy testigo y parte de la génesis del mito desde 1986, sigo convencido que es un lugar “especial”, pese a detractores e intoxicadores. En otros artículos he abundado, desde una óptica radiestésica, las particularidades energéticas de la zona. Hoy me limitaré a señalar que bajo condiciones humanas –es decir, sensoriales- especiales pueden constatarse fenómenos, cuando menos, “interesantes”.
El momento: viernes 20 de marzo de este año 2015. Los protagonistas: un grupo de amigos y alumnos míos, tanto de nuestro Centro de Armonización Integral como de nuestra Agrupación Difusora de Sabiduría Ancestral “Casa del Cóndor”. Como parte d elas actividades de ese Equinoccio realizamos –es habitual- ceremonias de Temazcal, y a la sazón en horas de la tardenoche habíamos finalizado uno. Cenamos, y subimos al mirador que es el llamado Pucará, en el predio conocido como “Pueblo Encanto” a la expectativa –por qué no admitirlo- de ver algo. Y vimos (y fotografiamos) bastante.

enteEn primer lugar, esta imagen. Tomados imágenes al azar, una de las integrantes e mi grupo (definiré sólo sus iniciales), C., apunta a J. en momentos en que éste se mueve de su sitio para acomodarse. Y aparece “eso”. Eviten lo obvio: antes de publicar esta imagen descartamos todas las explicaciones convencionales: nadie fumaba en ese momento (me consta, yo estaba presente y supervisaba la reunión), no había bruma, la lente de la cámara totalmente limpia. ¿Qué es?. Algunos vemos un cuerpo de mujer. Otros, un rostro. Ello es anecdótico y, en todo caso, pareidolia pura. Lo realmente importante es el alto índice de extrañeza de la imagen.
Luego, estas otras imágenes de luces en movimiento regular a la distancia. Una vez más: no son automóviles allá lejos, ni movimientos de la cámara sobre luces fijas. Eran luces centelleantes sobre el horizonte, que vimos y fotografiamos.
Y vimos más que no pudimos fotografiar.
S., fotógrafa profesional, participaba con su costoso equipo y mientras buena parte del grupo miraba hacia el Este –hacia la montaña- ella, quien suscribe y J. (otro «J»), lo hacíamos en otras direcciones. Recorríamos los cuadrantes 10422342_862014580531549_1110055351374068206_ncon un potente puntero láser y, sorpresivamente, en dirección NE y a unos 50º sobre el horizonte, alrededor del haz del láser comenzaron a aparecer intensísimos destellos azulados, como “Iridium flares”. Obviemos lo obvio, obviamente. No eran luciérnagas, ni aviones a la distancia. Aunque sin saber su diámetro es impreciso estimar distancias, algunos de esos destellos (siempre, todos –y fueron un par de decenas- alrededor del haz del láser en un radio máximo de 20º de la esfera celeste de fondo) por intensidad o duración parecían estar muy cerca de nosotros, es decir, del suelo, mientras que otros aparentaban ubicarse a centenares de metros. Cuando luego de unos minutos –ya sobre medianoche- interrumpimos el láser dejaron de aparecer (fue, precisamente, cuando los comentarios excitadísimos de los otros miembros alertaba sobre los fenómenos que describì antes) y ya al volver a emitirlo, no se manifestaron.
Aquí debo hacer una observación personal, absolutamente subjetiva (pero no sería sincero si no la hiciera): durante ese lapso de observación personal, tuve la absoluta, íntima certeza de que estaban –qué o quienes fueran- interactuando concientemente con nosotros. No hablaré de hermanitos del cosmos ni elementales simpáticos ni ángeles haciéndonos guiños: sólo diré lo que ya dije. Éramos observados, y se nos hacía señales. Si éstas fueron de 10431535_862014270531580_8762595128895623828_naprobación o de alerta (cosa que dudo, por las mismas, etéreas razones señaladas) es materia opinable. Y cierro sugiriendo a los escépticos del campo ufológico que se permitan hacer esta experiencia. Y opinar después que, cuando menos, no será así gratuitamente.

5 comentarios de “PROPONIENDO UNA NUEVA VÍA DE CONTACTO

  1. guillermo Diego B. de la vega dice:

    Gustavo, soy un seguidor de sus artículos, y si no es molestia quisiera de ser posible…me de información de donde hacer este tipo de experiencias en peru, va en cusco o alrededores ya que estoy viajando en el mes de octubre de este año a conocer la ciudad sagrada…desde ya muchas gracias… Espero su respuesta desde ya muchas gracias, saludos y mis respetos.. Date: Sat, 11 Apr 2015 15:30:39 +0000 To: guillermodelavega@hotmail.com

    • Gustavo Fernández dice:

      Hola Guillermo, gusot en leerte. Lamentablemente, no tengo a quién recomendarte en Cusco (recuerda, por lo pronto, que nosotros estamos en Argentina, aunque regularmente vamos allá) y de hecho las experiencias de temazcales no son autóctonas de Perú. Ind-icame dónde resides y veré si tengo con quién vincularte. Fuerte abrazo.

  2. Raul Acosta dice:

    hola mi nombre es raul sigo sus articulos hace tiempo y quisiera saber donde puedo ubicarlo para conttarle mi experiencias con el fenomeno ovni .desde ya muchas gracias .

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