Por qué me hice vegetariano (si es que a alguien le interesa)

De "Mafalda"Curándome en salud, va de suyo que posiblemente mis razones para figurar como ex omnívoro interesen sólo a unos pocos , y de ellos, en su mayoría amigos personales, más como expresión de solidario afecto que como argumento de reflexión, porque los que ya son vegetarianos no las necesitan y los que no lo sean seguramente seguirán en su tesitura. A fin de cuentas, ya sabemos que nadie cambia su opinión si aborda un debate desde una postura asumida. De modo que llego a esta altura de este artículo y ya me estoy arrepintiendo de decidirme a escribirlo, pero como trato de ser una persona de palabra, y en la infusa expectativa que, con alquímica decantación, mis reflexiones maduren cierta futura transmutación de un par de lectores, aquí van.
Hace tiempo (muchas personas allegadas son testigo de esto) vine cuestionando, cuestionándome, los sentidos si se quiere morales y filosóficos de ser omnívoro y, más particularmente, carnívoro en mi alimentación. Muchos han escrito sobre esto con más felicidad que un servidor; no seré entonces irreverente con mis antecesores. A los consabidos motivos (la irracionalidad de privar una vida si podemos acudir a opciones igualmente nutritivas) como investigador de lo paranormal no puedo desconocer un aspecto no menor: la intensa, desagradable baja vibración que en el plano astral queda “adherida” a la carne muerta, intensidad aún peor cuando conocemos las condiciones, por caso, de muerte del animal, en un contexto de sufrimiento físico y psicológico. O –supongamos el caso de aves- criadas en inhumanos cautiverios, alimentadas de químicos. Ciertamente, si alguien aquí piensa entonces reivindicar la “carne de caza” o los criaderos campestres, evade sólo algunas de mis objeciones. Y luego, si algún lector descree de todo eso del “astral” y le parece una pavada, pues… seguramente no será lector mío. Y, quien avisa no es traidor. Titulé porqué me hice (yo) vegetariano, así que sólo me interesa compartir mis motivos, por si son de utilidad a alguien.

La segunda etapa de este proceso ocurriò hace pocos meses en que, googleando, me encontré con el Festival Yulin en el sur de China. ADVERTENCIA: si el/la lector/a es sensible, trate de saltar estos párrafos y mucho menos no vaya a los links que aportan las fuentes. El tema es que todos los años –desde hace mucho, mucho tiempo- se sacrifican miles de perros para ser comidos en esta “fiesta”. Este año fueron diez mil. Y aún más: son horneados vivos, bajo la consigna que “a más sufrimiento, más sabor”.

Y bueno, sí. En algunos temas soy un tipo sensible. La noticia literalmente me produjo asco. Y allí comenzó una secuencia de reflexiones, que organizaré en pasos para su mejor comprensión:

Paso nº 1: “¡Qué hijos de puta!”.

Paso nº 2: (el alter ego tratando de ser objetivo): “Pero, claro, es parte de su identidad cultural, de sus costumbres, que hay que aprender a respetar aunque no las compartamos porque es parte de la unidad en la diversidad, etc., etc., etc., etc.”

Paso nº 3: (El alter ego del alter ego): “Ajá, ¿porqué no van a hornear vivos a sus hijos?”

Paso nº 4: (refutando el Paso nº 2): “El sentido de diversidad cultural y no discriminación (los fanáticos de la New Age dirían cosas como “no juzgar”, etc.) debe tener límites naturales. Si en algún pueblo del mundo tuviera la “costumbre cultural” del Paso nº 3, ¿creen que el resto del mundo permanecería impávido si todos los años miles de bebés se arrojaran vivos en hornos encendidos?»

Paso nº 5: (refutando el Paso nº 3): “¡Es que no podemos comparar!. ¡Unos, niños, son seres humanos, los otros no!.»

Paso nº 6: “¿Qué es lo que hace entonces que la vida de unos valga más que la de otros?. Sabemos que los animales sienten, experimentan emociones. Pero no tienen raciocinio. ¿Es entonces el intelecto lo que nos hace “superiores”?»(Por favor, no aparezca ninguno comentando argumentos bíblicos, porque sólo serviría para con otros fundamentalistas, que yo no lo soy). Entonces, si el intelecto es la variable de diferenciación, ¿estaría justificada la eutanasia, exterminar a niños con disfunciones mentales o neurológicas, sólo por no ser “inteligentes”?. Ya sabemos lo que, ideológicamente, arrastra eso y, por extensión, cualquier variable de diferenciación biológica (por ejemplo, color de piel) o social (situación sociocultural). No, la cuestión pasa porque es una especie diferente a la nuestra.

Paso nº 7: De modo que si hay “especies superiores”, ¿en qué se fundamenta esa “superioridad”?. En que podemos ejercer violencia superior sobre las otras especies. Ése es todo el argumento. Y además, con el mismo criterio, si una especie inteligente extraterrestre nos visitara para exterminarnos el día de mañana, ¿deberíamos justificar su accionar por su mera superioridad?.

Paso nº 8: por consiguiente, ¿qué diferencia moral y espiritual hay entre una vida de otra especie y la mía?. Ninguna.

Paso nº 9: por lo tanto, no hay diferencia alguna entre la vida de ese perro que me duele y la de un cerdo, una vaca, un pollo, un chivo…

Y fue allí donde, sobre la decantación de tantas reflexiones y autocuestionamientos anteriores, me hizo “click” la decisión del cambio.
Antes de pasar a lo que he llamado “contraargumentos fácticos”, permítanme señalar, como ex omnívoro, que el esfuerzo dialéctico en defender la postura carnívora a veces tiene más que ver con los “mandatos culturales” de la propia infancia que con otra cosa. Soy argentino; ya saben la calidad de las carnes por aquí. Y como mucha gente de mi edad, provengo de una familia donde todos los días por lo menos una de las comidas “debían” incluirlas. Hay no solamente un condicionamiento psicológico; creo que también es fisiológico, y si se quiere, químico. Como cualquier toxina.

Contraargumento nº 1: “El humano necesita alimentación omnívora para una correcta nutrición”. Falso, como lo demuestran los necesarios estudios clínicos así como la larga experiencia de vida de quienes, siendo vegetarianos, gozan de excelente salud. Ya sé, podrán citarme el caso del tío de un cuñado de su hermano que siendo vegetariano tuvo achaques como cualquiera. Pero no podemos tomar casos individuales para conclusiones generales y, de todos modos, estadísticamente el número de omnívoros con un amplio catálogo de enfermedades producto de su dieta sigue siendo mayoritario.

Contraargumento nº 2: “La propia dentadura del humano demuestra cuál ha de ser su alimentación. Tiene molares para triturar vegetales, sí, pero incisivos para desgarrar y dientes para morder”. Justificar la dieta alimenticia por una regresión semejante sería como justificar que dos conductores terminen a las trompadas en un incidente callejero y si a los tiros, también, “explicándolo” como un recuerdo atávico de la lucha de machos alfa por el dominio de su espacio vital. O la violencia de género, porque fue “institucionalizada” durante siglos. O sostener que el “amor maternal” no “debe ser más” que una reacción biológica, ya que es la expresión en el concierto de relaciones interpersonales de la pulsión de los mamíferos en cuidar sus pocas crías anuales (a diferencia de los reptiles que, como las tienen por docenas, no necesitan cuidarlas total, aunque mueran muchas, habrá número suficiente para asegurar la supervivencia de la especie). O para ponerlo de otra forma: que lo que llamamos hoy “amor maternal” haya sido en etapas evolutivas primigenias una reacción instintiva de preservación de la especie, no significa que, precisamente porque hemos evolucionado y –esperamos- seguir haciéndolo no trascendamos las razones originales para ir tras otras más trascendentes. Así, es que sin duda la alimentación ancestral fue omnívora; pero, si hablamos de evolución, justamente no trascender los atavismos no juega a favor de la evolución.

Contraargumento nº 3: Éste es el más risible: “¡Qué!. ¿Acaso los vegetales no tienen vida?”. Sin entrar en revisar las investigaciones de Cleve Backster sobre las reacciones sensibles de plantas a distancia, el argumento –que trata de sostenerse en el hecho que, sí teniendo vida los vegetales, al “matarlos” caemos en la misma dimensión de quienes para el sustento propio matan animales- no se sostiene por estas observaciones:

– Hay otras opciones que no exigen andar asesinando vegetales. (¿Tengo que aclarar que es una ironía?. Sí; tengo que aclararlo. Hay cada lector…)
– Es discutible el concepto de “vida sensible” (quizás deban considerarse como “tropismos”).
– Si la supervivencia exige comer, el vegetariano, al “matar” vegetales, hace lo inevitable, mientras que el carnívoro podría haberlo evitado porque, precisamente, también dispone de vegetales…
– El carnívoro que cree que es una respuesta “inteligente” argumentar esto, no minimiza (y sí, maximiza) en nada su propia, entonces, responsabilidad. Porque el vegetariano, cuando menos, trata de comprometerse haciendo algo frente a la Vida. El carnívoro simplemente se encoge de hombros.

Contraargumento nº 4: El más playito. Pero existe. “Hay que darse algún gusto en la vida”. “¡Me vas a decir que le decís que no a un flor de asado!”, y todas esas lindezas. Primero, que justificar algo moralmente (para uno, eh?. Con todo respeto) reprobable por una cuestión de “gustos” es reconocerse esclavo de los sentidos, atado a la satisfacción de instintos básicos que, si se quiere comprenderse como ente sensible y superior, resultan contradictorios. Y en segundo lugar, es una cuestión de desconocimiento creer que los vegetarianos sólo comemos pasto condimentado: es no haberse tomado el trabajo de experimentar la alternativa.

Aún no me he planteado un vegetarianismo extremo (me reconozco, ya saben, “ovo-lacto”) y por supuesto no es momento –al pie de este artículo- en entrar en debates radicalmente veganos, frutívoros o “semilllerívoros”. A fin de cuentas, el objetivo de esta nota es interesar en la reflexión a otros omnívoros y no asustarlos, claro.

Llegado a este punto, debo tomar nota de mi propia reacción frente al cambio. Y no diré aquí nada que cualquier vegetariano no sepa ya: percibo mejoradas mis funciones vitales, duerno aún mejor, me noto más ágil tanto física como mentalmente. Digamos que es una apreciación subjetiva, quizás –argumentarían los eternos escépticos- mera expresión de deseos. Puede ser. Pero a esta altura, los argumentos filosóficos dados hasta aquí, son, para mí, razón suficiente. De modo que los dejo, porque un delicioso carré de pimientos y tofu me espera. Acompañado de un buen Malbec (argentino, por supuesto) que, después de todo, también es vegetariano.

16 comentarios de “Por qué me hice vegetariano (si es que a alguien le interesa)

  1. patocai dice:

    Te felicito por la decisión y por la voluntad; yo lo intenté hace aaaaaños y no pude, mi propio «carnivorismo» sucumbió ante la demanda familiar (los tres se pidieron un asado delivery al cuarto día de zapallitos y berenjenas…) y bueno… lo sigo intentando, al menos como menos carne; de todos modos, no puedo dejar de sentir dolor por el animal que ingiero. Lo que jamás volveré a probar son ranas y moluscos que sé que también son cocinados vivos…

  2. Juan Flores dice:

    Gracias Gustavo de verdad que hace falta información como esta bien plantada ya que muchas personas ven lo que comes y te dan a entender que no estas comiendo nada si no vas por algo de carne, no importa lo que sea, pero tiene que tener carne. Gracias.

  3. jose juan dice:

    Una cosa es la «comida» y otra cosa es «alimentarse» … en el caso específico de la carne que es el motivo de la nota de Gustavo es algo que hay que distinguir bien y, refuta de plano cualquier argumento de los carnívoros es que: Si es por una cuestión de alimentación una vez que la carne ha sido cocinada por cualquier método (hervida, asada, frita, etc) pierde todas sus propiedades alimenticias, así que sería solo comida. Para que la carne realmente te de un sustento en forma de ALIMENTO debería ingerirse cruda e inmediatamente luego de cometido el asesinato como lo hacen los animales ya que el proceso de descomposición comienza inmediatamente de la muerte. Así que invito a todos los amigos y hermanos del camino a reflexionar ¿comemos o nos alimentamos? … quizás sea un buen punto de partida filosófico para comenzar con el cambio antes que les suceda como a mí que despues de comer unos bifes expectaculares pasé dos días sintiendo el miedo, el dolor y las convulsiones en mi estomago del pobre bicho … no necesité mas evidencia para tomar la desición…

  4. silvia marina zandomeni dice:

    Soy vegetariana, pero en cuestiones sociales, la rectitud, llamaba a cuestionamientos, y tuve que dejar de lado la dieta para esas ocaciones, comer y disfrutar junto a todos la «carne».- Asi que llevo en casa la tarea de comer sanamente.- No es nada facil, pero el resultado en salud fisica, y aumento de capacidad fisica e intelectual hasta curar enfermedades dan fuerza para autoexigirse alimentos SANOS.- Lo recomiendo, a amistades con cancer, el 99% sigue con las quimio, y los que continuan el consejo llevan años peleando a la enfermedad y los tumores se van achicando.- Pero no es nada facil.- A mi me convencio la explicacion cientifica de los beneficios, por eso la inicie, y confirme que son reales.-

  5. Raúl Ferrante dice:

    Hola Gustavo, que casualidad, este fin de semana participamos en Rosario de una jornada de yoga y cocina sin fuego, donde Luana Hervier y Matías Amadasi nos sorprendieron mostrando un cambio contundente en estilo de vida, muy sana…increíbles las variedades de comidas y sus gustos, y postres!!…y te cuento que Matías comenzo buscando una alternativa para paliar la dependencia de insulina, porque es (o era) diabético….ah, todo vegetal!!!….te sugiero los busques en Internet, y mejor aún organizar algo en Paraná, vas a aprender un montón y conocer unas personas que parecen extraterrestres, que traen luz y amor…..

    un abrazo,

    Raúl

  6. Federico dice:

    Te felicito Gustavo, aunque seguramente no lo recuerdes yo una vez te deje un mensaje sobre el tema en un podcast y vos me lo refutaste…pero hoy te cayó la ficha y estas en el cambio que sin duda que es coherente con una forma de ver la vida y el mundo que no queremos y, haciendonos cargo de eso con nuestras acciones ir hacia lo que si queremos.
    De todas maneras si puedo dejarles un consejo a los que siguen con alimentación omnivora es que hagan el cambio cuando sientan que es el momento, escuchen a su cuerpo y el les va a decir cuando es el momento porque si no va a ser una tortura, en cambio si lo haces totalmente convencido el cambio es natural y no forzado.
    Saludos

  7. darnaiz191274 dice:

    Cuando se deja de comer carne el cambio es totalmente positivo e inmediato (3 o 4 dias). Desde ya que es difícil, sobre todo cuando se vive en una familia con otras costumbres, pero no imposible. Gustavo, has impulsado en mi las ganas de evitar las carnes nuevamente y volver a experimentar los beneficios de ésta decisión. Les cuento en unas semanas como me fue!

  8. Andres Cancino dice:

    Edtimados.
    Yo soy vegetariano hace un par de años. Deje de comer por temas morales que no pretendo discutir ahora, aunque es sumamente apasionante. Ahora bien después de ver el documental cowspiracy, me quedó claro que más que una opción, es un deber para con el planeta. Se los recomiendo profundamente, inviertan 1 hora y media de su tiempo en verlo y convencerse de que no se trata solo de si es bueno o malo matar a una vaca, si no que es derechamente suicida seguir haciendolo y no solo por el riesgo de enfermar, si no por el de desaparecer como civilización, creo sinceramente que no exagero.
    Está en Netflix. Cowspiracy

    Saludos a todos
    Que estén bien!

  9. Luis Alberto Martinez dice:

    Todo Bién…pero desde mi punto de vista lo concerniente a la alimentación es todo una cuestion cultural, como ejemplo tengo a mi bisabuela que toda su vida fue una acerrima carnivora y vivió hasta los 90 tuvo una vida simple en el campo y solo dos veces en su vida visitó al médico y conozco a muchos vegetarianos, veganos y otros etc que con 30 años están echos añicos.
    otro ejemplo tengo una hija celiaca, con todo lo que conlleva esa condicion de la intolerancia al gluten… en una oportunidad estabamos comentando a una amiga de la comunidad china la tematica celiaca, y muerta de la risa me dice «…en china no hay celiacos…» , al toque caimos que ni el trigo ni la avena ni la cebada están presentes en la dieta del chino promedio.
    Redondeando el concepto, lo mas importante de la comida ademas del tema nutricional, es el echo de COMPARTIR el momento con tus semejantes … Que en definitiva forma parte de esas cosas que realmente ALIMENTAN nuestra diaria ALEGRIA DE VIVIR.

  10. Jeremias dice:

    Hola, soy cristiano y en enero del 2015 dejé de comer carne. Un familiar (cristiano tambien) me quería convencer de que según la Biblia debía comer carne. Asi les contesté yo
    Dios no dice que comamos carne. Como te dije, luego del diluvio lo permitió.
    «El temor y el miedo de vosotros estarán sobre todo animal de la tierra, y sobre toda ave de los cielos, en todo lo que se mueva sobre la tierra, y en todos los peces del mar; en vuestra mano son entregados.
    Todo lo que se mueve y vive, os será para mantenimiento: así como las legumbres y plantas verdes, os lo he dado todo.»
    (GÉNESIS 09 : 2 – 3 )
    Y si, Jesús comió carne. Y alimentó a la multitud con panes y peces.
    La Biblia no dice en ningún lado que debemos comer carne o que esta mal no hacerlo. Lo que la Biblia sí dice es que no debemos imponer nuestras convicciones a otra gente sobre este asunto, o juzgarlos por qué coman o no coman. Romanos 14:2-3 dice, “Porque uno cree que se ha de comer de todo; otro, que es débil, come legumbres. El que come, no menosprecie al que no come, y el que no come, no juzgue al que come; porque Dios le ha recibido.”

    «Por tanto, nadie os juzgue en comida o en bebida, o en cuanto a días de fiesta, luna nueva o días de reposo,» ( COLOSENSES 02 : 16 )

    Leíste todo el capitulo 10 de Corintios?
    «Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios.» ( CORINTIOS 1 10 : 31 ) eso es mas importante que comer el cadáver de un animal. Una persona puede predicar el evangelio siendo o no vegetariano.
    Tambien pedi disculpas si parecía ofensivo, pero soy asi. Me gusta que este todo claro y que se hable sabiendo lo que se dice. Espero les sirva.

  11. ximena dice:

    Hola Gustavo. Me hice vegetariana en el año 1970, cuando nadie lo era ni pensaba ser lo. Fue s raíz de unas clases de yoga donde nos hablaron del «ahimsa» no violencia.
    Fui tildada de loca por familia y amigos (bueno sin lo soy) . se burlaban de mi, ya sabes, las tipicas bromas a lo vegetarianos. Cuando vieron que nada de eso me movía de mi toma de decisión, comenzaron a respetarme . actualmente, todos mis amigos cuando voy a sus casas me tienen una comida vegetariana.
    Gracias por todos tus artículos, muy buenos. Y sigue difundiéndolos, es necesario. Abrazos

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