Lucifer: el eterno Prometeo

prometeoReconozco que he dudado sobremanera antes de sentarme a escribir estas líneas, siendo la más sencilla de las razones la casi total seguridad que, pese a mis esfuerzos y al mejor empleo que sea capaz de hacer del idioma, seguramente no seré comprendido por muchos de mis lectores o, lo que sería peor, seré mal entendido. Porque lo que aquí me propongo demostrar es que vale la pena tratar de rescatar un poco la imagen del individuo sin lugar a dudas más denigrado en la historia de la humanidad: Lucifer. Y si pese a esta cuidadosa prevención aún escandalizo a algunos, pues bien, sólo aceptaré sonreír iurónicamente de saber que sobreviven los fanáticos retrógrados.
En otro lugar he realizado un estudio de la etimología de las palabras “demonio” y “diablo”, dos sustantivos comunes para designar al, como se le suele llamar, Príncipe de las Tinieblas. Lógicamente, no voy a poner en duda la existencia del Mal sobre la Tierra. Lo que quiero significar es que, si el Mal existe, éste no reside en las personificaciones o medios de los que se valga el hombre para sus propósitos, sino en la naturaleza misma de sus objetivos. En cierto modo, el mal es natural, ya que una ley del universo tan concreta como es la llamada Ley de Entropía, dice que en éste todo tiende naturalmente hacia la destrucción. Si dejo un automóvil un año abandonado a la puerta de mi casa, transcurrido ese tiempo no tendré un vehículo más afinado, brillante, nuevo, sino uno totalmente deteriorado. La energía, de cualquier tipo que sea, tiende naturalmente a disiparse. Un objeto puesto en movimiento, si no está en un plano inclinado y si no tiene un medio propio de propulsión, naturalmente desacelera hasta detenerse. Todo se degrada, se diluye, se evapora, envejece y se olvida con el paso del tiempo. La Mecánica, la Química, la Astronomía, la Psicología (¿acaso no nos es más fácil pensar mal que bien de los demás?), la Historia (¡cuánto más fácil nos es destruir que construir!) demuestran la validez de la ley de Entropía en todas las áreas del ser y del cosmos. Y por ello el Bien –o, mejor dicho, hacerlo- es una heroica y dificultosa gesta muchas veces destinada inexorablemente al fracaso. Pero si de algo estamos todos conscientes es que, en lo que respecta a hacer el Bien, aún cuando todo parezca jugar en nuestra contra, no podremos tener paz en la conciencia si no hacemos el intento de salir adelante. Y por absurdo que parezca es, precisamente, en este sentido que la figura de Lucifer (por algo es «el portador de la luz»)  adquiere otra dimensión.
Aclaremos algunas etimologías, ya que usaremos, al mejor estilo católico, indistintamente la palabras “Satanás” (“Satán” significa “el contrario”.¿Y si lo fuera en el sentido de opuesto y complementario?), como Lucifer y, en lo que a este último respecta, recordemos que quiere decir “portador de luz”. Algo contradictorio, ciertamente, con la imagen que tenemos del susodicho.
Se ha escrito que Lucifer era el más hermoso de los ángeles de Jehová y también el más querido y que, ensoberbecido, se levantó en rebelión, por lo que cayó al Infierno. En este punto podemos plantarnos algunas reflexiones lógicas. Si Jehová es omnisciente y omnisapiente, brazo ejecutor e inteligencia rectora de una Providencia donde para El todo está escrito, ¿acaso no previó la rebelión luciferina?. Si así fue, ¿porqué la dejó salir adelante?. ¿No es un tanto contradictorio pensar en un Ser lleno de bondad que tienta y luego castiga al débil atraído por aquello que El mismo creó para tentar?. (Por favor, nada de acotar “eso es un Misterio” porque con tal perogrullada no llegaremos a ninguna parte). ¿No sería porque necesitaba de una fuerza en oposición para generar las tendencias espirituales que movilizaran a los seres vivos de este Universo?. Y, si se quiere analizar con rigurosidad, ateniéndonos a los relatos del Génesis en lo que respecta a la intervención diabólica en la expulsión del Edén, no podemos menos que disentir con la actitud un tanto fascista de Dios: en efecto, el mismo mantenía a Adán y Eva protegidos y ahítos en el Paraíso, pacíficos en su ignorancia. Lucifer, la Serpiente (que, por otra parte, es el animal que siempre ha significado en todas las culturas el pensamiento lógico, la ciencia racional, el conocimiento técnico, como el dragón en China –los “maestros llegados del cielo” eran dragones- o Quetzalcoátl –la “serpiente emplumada” mexicana, o “serpiente voladora”, y ¿qué es una “serpiente voladora” sino un reptil volador?-) les posibilita comer del Arbol del Bien y el Mal –en algunas versiones, del “árbol de la Ciencia”- con lo cual esa protopareja adquiere discernimiento y, en consecuencia, capacidad de decisión propia. Y esto parece disgustar a Jehová: prefiere que su pueblo permanezca ignorante de intelecto y con el estómago lleno. A propósito, eso me recuerda ciertas conductas políticas de algunos gobernantes que hemos tenido…
Y según las crónicas bíblicas, el castigo divino surge en cierto modo por miedo, ya que –cito textualmente- “… Ea, expulsémoslos ahora, no ocurra que también coman del Arbol de la Vida y alcancen la inmortalidad como nosotros…”. La Serpiente pasa a ser tal a partir del castigo que le dicta la autoridad. Y recuerden ahora otro mito, esta vez, el de un semihéroe cantado en su valentía por los poetas a través de las épocas: Prometeo, que roba a los dioses el fuego para los hombres y por ello se le castiga encadenándolo a una alta roca, donde todos los días un águila devora sus entrañas que se regeneran por la noche, en un suplicio destinado a ser eterno y sólo interrumpido por la decidida intervención de un hombre en puja con los dioses, Hércules, quien lo libera de su martirio.
El mismo Hércules que, en otro de sus doce famosos “trabajos”, roba las manzanas de oro del jardín de las Hespérides, lo que en realidad significa acceder a otro secreto divino, corporizado en la imagen simbólica de la manzana. Las manzanas de ese jardín, en realidad fueron, según modernas investigaciones, un acervo de conocimientos técnicos sobre agricultura y ganadería que llega a Europa proveniente del norte de Africa, y hacen que Hércules sea también castigado por los habitantes del Olimpo de la forma más cruel: obligan a creer a la amada de Hércules que aquél le es infiel, empujándola a envenenarlo con la sangre de un centauro que, embebida en sus ropas, le producen tan atroces dolores que lo arrojan al suicidio en la pira funeraria. Pero la Historia ha rescatado las glorias de Prometeo y Hércules: aunque ambos sufrieron y, en cierta forma, fracasaron, son héroes históricos. Y está bien que así sea: lo único que le da sentido moral a la Historia es la esperanza de que “quizás la próxima vez…”. Sin ella, quedaría reducida a mera cronología.
De Hércules a las tragedias cotidianas del hombre de la calle, se repite una y otra vez la frase crucial: lo único que dignifica al ser humano es su capacidad de seguir luchando aunque todo parezca estar perdido.
Y eso hizo Lucifer.
Porque por ser ángel de Jehová, era el primero en saber las consecuencias de su rebelión; es ingenuo pensar que pudo creer poder cambiar la Providencia. Habiendo caído, no buscó reconciliarse. Siguió en sus trece. Aún cuando él mismo sabe que todo está perdido.
Como Prometeo, se rebeló ante la ignorancia del ser humano, buscando darle otra opción, otro punto de vista, otros medios para manejar la naturaleza. No se opuso a Dios: engrandeció Su obra, que de meros peleles rozagantes y primitivos, juguetones en los prados y con una permanente y sin duda bobalicona sonrisa en los labios, nos llevó a transformarnos en seres pensantes, amantes, alegres, tristes, desafiantes, furiosos, compasivos, vengativos, violentos, pacíficos, creativos. A tonificar nuestros músculos, transpirar, exigir nuestras mentes, crear, multiplicar, construir, destruir, volver a construir sobre lo destruido, conquistar las cuatro regiones del mundo, volar cuando Dios no nos hizo con alas, correr más rápido que la mejor de Sus obras, caminar por el fondo de los mares cuando las branquias sólo son privilegio de los peces. Jehová nos dio la inteligencia que, en potencia, encerraba la posibilidad de hacer todo ello, sí, pero sin Lucifer nunca, en la beatitud del Paraíso, nos habríamos obligado a hacerlo. De hecho, los ceñudos predicadores que elevan su odio a Lucifer por habernos hecho perder las inerciales delicias del Edén, obedecen solamente a su propio facilismo, alimentado por la Ley de Entropía; y ése es el verdadero peligro.
Si lo único que dignifica al ser humano, insisto, es seguir luchando cuando todo está perdido, entonces Lucifer es la expresión más heroica del género humano. La expresión del inconformismo, de la búsqueda racional, lógica, de no ceder al autoritarismo, al dedo digitador.
Es posible que algún despistado crea, a esta altura de estas líneas, que estoy haciendo apología de los cultos satánicos y la magia negra: nada más alejado de la verdad. En primer lugar, por el hecho de que sus asiduos concurrentes encarnan algunas de las más deplorables mezquindades del espíritu humano, o bien acusan severas perturbaciones psicológicas, conjunto éste de razones sumadas al frívolo esnobismo que lleva a muchos niños aburridos de la alta sociedad a buscar por allí una vía de escape tan destructiva como el consumo de estupefacientes. Por otro lado, no descreo de las obras de Dios: sólo de las de un Jehová que, a fin de cuentas y como él mismo lo señala en el Antiguo Testamento, es “el Dios de Israel”, que no el mío. Pienso que el Dios Cósmico que rige este Universo no es tan represor, vengativo, cruel e irresponsable como el que describe la Biblia. Pero de esto hablaremos en otras oportunidad.
Existe un Mal, eso es indudable, y el que anida en el hombre es mucho más terrorífico que aquél mal satánico que ciertas iglesias (palabra que viene del griego ekklesía: “reunión de hombres”) trataron de vendernos: en efecto, ¿qué son los tormentos infernales, según se los describe, al lado de las crueldades del género humano, muchas de ellas cometidas en nombre de intereses tan sagrados como la Patria, la propia Humanidad o el mismo Dios?. ¿Qué son los círculos infernales que el Dante describía trémulo de pavor junto a Hiroshima, Biafra, Mi Lai, El Salvador, Ruanda, Bosnia o, simplemente, la imagen de un pequeño muerto de hambre a pocos kilómetros de una “city” financiera?. La imagen del “diablo” con sus cuernos, sus patas de macho cabrío y su pene erecto (todas imágenes de cultos regionales del norte europeo que fueron asociados con lo demoníaco por los primitivos cristianos para desacreditar tales religiones simbolizantes de la fertilidad, ante el avance del cristianismo), esa imagen, decía, provoca apenas una sonrisa ingenua ante algunas, sólo algunas, de las fotografías que aparecen en los periódicos de todos los días.
Y el Mal es también, dejarse arrastrar por la Ley de Entropía. No luchar por el Bien –que no es propiedad exclusiva de los creyentes-, por construir, por ayudar, por sonreír, por empujar juntos para que este viejo y querido mundo ruede en su órbita algunos millones de años más. Pues lo verdaderamente demoníaco es el olvido, el caos, la quietud paralizante, la oscuridad. En síntesis, la Nada. ¿Qué puede ser más terrible que pensar que nada habrá después de la muerte?. ¿Qué seremos rápidamente olvidados por nuestros seres queridos, nuestra tumba derruída y nuestras pertenencias extraviadas?. ¿Qué es más terrible que sospechar que, en algún momento, pudiéramos no haber sido?. ¿Qué da lo mismo haber pasado o no por esta vida?. Ese es el verdadero horror. Aún el infierno encierra alguna esperanza…
Si ante el avance del militarismo que sólo multiplicará rencores para las generaciones futuras oponemos la defensa activa del pacifismo, es posible que nos prometan el infierno. Si ante la prédica dogmática y sentenciosa de los clérigos elevamos la cabeza y esbozamos cierta sonrisa de escepticismo, es probable, también, que nos prometan el infierno. Si ante la palmada cómplice del político enarcamos una ceja con disgusto, sí, nos prometerán el infierno. Pero si por encendernos en el patrioterismo del brillo de los fusiles, la emoción supersticiosa de las iglesias o la dádiva demagógica del político, dejamos adormecer aún más nuestras neuronas, poco o mucho tiempo después, no importa cuándo, nuestro cuerpo sólo, o el planeta todo, estarán reducidos a polvo y sumidos en el olvido. Seremos parte de la Nada.
Y ese es el verdadero infierno.

37 comentarios de “Lucifer: el eterno Prometeo

    • Ivan dice:

      Me parece que tienes menos luces que un coche sin acabar..,poco entendimiento de la verdad.lucifer escogio ser el mal sumo.por su libre albedrio..,al igual que el hombre.dios en su naturaleza en el eden,no quiso que el hombre supiera que ers el mal.ni sufrir padecer o cualquier otra cosa.dio consciencia al hombre de si mismo.el arbol solo lo puso para poner a prueba la lealtad a dios.porque si unos seres tan inteligentes como los angeles se ennegrecieron su corazon,aun habiendo visto al señor.como podria estar seguro que el ser humano no se ennegreceria tambien su corazon?.previo aviso de dios de lo que pasaria.si eva y adan no hibieran caido en lad garras del traidor de todos los tiempos.hoy el mundo seria distinto.

  1. Silvia Macarena dice:

    Excelente artículo, Gustavo. En el momento del despertar de conciencia que crea una plataforma para que logremos percibir una realidad desprovista de la dualidad, que tanto nos inducen a mantener en la vida cotidiana, esta expresión tuya me parece atinada, bien planteada, porque al menos en lo individual, coloca afuera de mi mente, en palabras, algunas ideas y pensamientos que han andado revoloteando por separado y que toman forma en este post. Desde mis años de adolescente, he mantenido una curiosidad y admiración tácita y llena de controversia dentro de mí, por la figura de Lucifer, la cual no lograba entender desprovista de la divinidad original aceptada y luego cercenada con las historias posteriores. Ello me había llevado durante muchos años a suprimir mejor los comentarios para evitar el juicio propio y ajeno acerca de mi postura. Gracias por desmitificar y ofrecer ésta perspectiva.

  2. Rodolfo Bibolotti dice:

    Fuerte y bello artículo. Hace un tiempo leí un artículo escrito por un rabino que decía «Dios hizo trampa» haciendo referencia la libro de Job: Dios apuesta con el diablo que Job jamás iba a rechazarlo y la trampa estaba en que Dios sabe todo lo que va a pasar y ganó la apuesta. Lo mismo se aplica con Adán y Eva pero no se me ocurrió con Lucifer. El hombre puede ser el ser más bueno o el más cruel. Los medios nos hacen creer un «paraiso» consumista y nos emboban con noticias manipuladas y «realities». Cuesta despertar.

  3. LeRebel dice:

    ¡Tremendo post, Gustavo! Y en más de un sentido…
    Tristemente, éste es el Infierno porque en él caben todas las crueldades imaginables y quien las imagina y las pone en práctica es el propio ser humano. Sin embargo, el Bien y el Mal no son absolutos por lo que podríamos decir que entran en el amplio mundo de las creencias del Hombre. Si nos dejamos seducir por éstas, encontraremos causas justas por las que luchar en un sentido tan amplio como se esté dispuesto a admitir y en ellas, en los conflictos, perderemos el Fuego que es lo que el Ego pretende constantemente sustituyendo el gobierno consciente de nuestros actos
    por reacciones que dependen de la memoria que guardamos con respecto de aquéllo que observamos, aunque tal memoria esté incompleta, deformada o equivocada.
    En todo este remolino perdemos la única pregunta importante: «¿Quién soy?» Y desde luego, no somos memoria. El Ego es memoria.
    Por otra parte -por no alargarme demasiado-, también la Entropía es relativa, ¿Quién dice que un estado es mejor o más degradado que el anterior. Dependerá, en todo caso de adónde nos dirijamos y si no sabemos dónde vamos da lo mismo el camino que escojamos. El progreso, por ejemplo, no me parece «entrópico»; y solamente veo dos vías para éllo: el sufrimiento de la experiencia o el desarrollo del Conocimiento.
    En cuanto a las religiones, solamente diré que aunque como tú mismo has dicho más de una vez, en la Parte se refleja el Todo, no es menos cierto que una Parte, la que sea, no puede ser el Todo y puesto que el Universo es un Todo y no puede haber nada fuera de él -independientemente de cómo consideremos al Universo-, no es posible que una individualidad en sí misma sea el creador del Todo y, por tanto, no existe Dios de ninguna forma en la que queramos considerarlo. Cualquiera que se presente en su nombre es, simplemente, un farsante.
    Como dijiste en tu primer post, todo esto es digno de una larga charla. Saludos.

  4. Victor ino dice:

    El Dios del pacto de Abraham, le da una tierra en promesa que tiene que ir a conquistarla: expulsar «a los otros», expropiarlos. Y ya tragado este cuentico las guerras que se suceden quedan justificadas en nombre del supuesto «Dios de Amor»…Otra connotación diferente es la que rige en el B Ghita cuando Krishna explica a Arjuna que el alma no mata ni hiere nunca y que «el deber» es proteger a la humanidad misma de la maldad. Y al entrar a la guerra los malos caerán en combate y se librarán de acumular más Karma nocivo (Bondad)…

    Y como bien dices en tu entrada, «resistencia pacífica»…El grave problema es que en nuestra querida cultura no tenemos una figura que ejerza ese liderazgo porque simple y llanamente no existe ese tipo de tradición. «Nuestra tradición» es exactamente aquella, «la de las vías de hecho» que le dicta «el dios patriarcal» y «así queda fijada la conducta de toda una sociedad, por ende patriarcal que bien pareciera que ha ideado un dios a su medida: el de la satanización del «otro», el dios que bendice las armas y justifica la guerra y sus atrocidades…(Por esto no es extraño ver un capellán en los batallones bendiciendo los fusiles y las bayonetas para seguir la aspersión de bendiciones sobre helicópteros y M60 y rockets y morteros)

    Gracias. Este tema del mal es apasionante.

    Una cosa es cierta: Nuestro enemigo común es la violencia. (Aunque a veces es tal la sobrecarga que se desata una ola de violencia de igual o mayor intensidad para poder aplacarla. Y no, no estoy tampoco haciendo una apología de la violencia *;) winking)

    Un abrazo

  5. pato dice:

    Muy interesante el artículo y coincido con lo que expresas acerca de Lucifer. El tema es que ésta y otras historias bíblicas fueron creadas (en mi opinión), para reforzar la cadena de dominación a través del miedo; el mensaje es claro: si te rebelas (contra la opresión disfrazada de «religión), te irá como a.. (Lucifer, Prometeo, Thor, etc.) Lo lamentable es que fueron creadas hace siglos y aún mucha gente las sigue tomando (y creyendo) al pie de la letra.
    Un gusto leerte!
    Pato

    • jorge dice:

      Tal cual Pato! Esta misma historia (con el fuego incluido) está en el Popol Vuh. Pluvioso vendría a ser Jehová .
      «…He aquí que, también se había apagado el fuego de las tribus; éstas se morían de frío;
      entonces fueron a pedir fuego a Brujo del Envoltorio, Brujo Nocturno, Guarda Botín. Brujo Lunar.
      Intolerables [eran] sus sufrimientos por el frío, la helada; solamente se caían de frío, se
      entumecían; ninguna vida en ellas; se debilitaban; sus piernas, sus brazos, se torcían; no podían
      asir [nada] cuando llegaron. “No nos avergoncéis si os pedimos que nos deis un poco de vuestro
      fuego”, dijeron al llegar…»
      Y ahí vene el «apriete» divino:
      «…¿Qué nos daréis para que tengamos piedad de vuestros rostros?”, fue dicho. “Pues bien, os daremos metales preciosos”, respondieron las tribus. “No queremos metales preciosos”, dijeron Brujo del Envoltorio. Brujo Nocturno. “¿Qué queréis?” “Pronto os lo pediremos”. “Bien”, respondieron las tribus. “Vamos a preguntárselo a Pluvioso, y después os lo diremos”, se les respondió. “Oh Pluvioso ¿qué darán
      las tribus que vienen a pedir tu fuego?”, dijeron entonces Brujo del Envoltorio. Brujo Nocturno.
      Guarda-Botín, Brujo Lunar. “Pues bien, ¿querrán ellas estar unidas [a mí] bajo su horcajadura
      bajo su axila? ¿Quieren sus corazones que yo las abrace, yo. Pluvioso? Si ellas no lo quieren, no
      les daré fuego” dijo Pluvioso. “Decídselo poco a poco. “Yo no quiero desde ahora su unión bajo
      su horcajadura, bajo su axila”, dijo él, diréis”. Así fue dicho a Brujo del Envoltorio, Brujo Nocturno.
      Guarda-Botín. Brujo Lunar. Entonces ellos dijeron la Palabra de Pluvioso. “Muy bien. Bien [está],
      igualmente, que lo abracemos”, respondieron [las tribus] cuando oyeron, recibieron, la Palabra de
      Pluvioso. No tardaron. “Muy aprisa”, dijeron: entonces recibieron el fuego, y después se
      calentaron…»

      Y aparece Prometeo-Lucifer:

      Sin embargo, una fracción [de las tribus] sacó [por fricción] el fuego de la madera.
      Serpiente de la Fertilidad de la Mansión de los Murciélagos, [era el] nombre del dios de los
      Cackchequel: su imagen: solamente un murciélago. Cuando obtuvieron la madera [friccionable] la
      frotaron [todos] juntos hasta que el fuego hubo prendido. Los Cakchequel no pidieron luego, no
      se dieron por sometidos.

      Y la extorsión divina:
      Todas las demás tribus se sometieron cuando dieron la parte inferior de su horcajadura, la
      parte inferior de su axila, para ser abierta; ésa era la abertura de la cual había hablado Pluvioso;
      entonces se sacrificó a todas las tribus ante su rostro, entonces se arrancó el corazón por la
      horcajadura, por la axila. No se había enseñado aún esta: operación antes de que lo fuese por un
      oráculo de Pluvioso. Murieron por la fuerza, [por] la dominación de Brujo del Envoltorio. Brujo
      Nocturno. Guarda-Botín. Brujo Lunar.

      SAludos!!

  6. luis romero dice:

    La nada…Estoy en un dilema; siempre estoy pensando si debo creer en Dios o en las leyes naturales. Si finalmente decido seguir el camino de Dios, estoy casi seguro de terminar como Lucifer. Por otro lado, si decido vivir obedeciendo las leyes del universo y la ciencia, no concibo la idea de la NADA después de la muerte. Sospecho que hay una fase metafísica, molecular…una fórmula que nos lleva a otro estatus de vida. Asumir la nada como el final no es para nada mejor que creer en la vida eterna del que nos habla la biblia.

  7. Eduardo dice:

    Gustavo, me gustan mucho tus Post, este está muy interesante, si bien no concuerdo del todo ya que habría que recordar porque lo echaron del cielo… También me he hecho la pregunta si Dios es omnisciente y omnipresente porque creo el «mal», ya que como bien dices él sabía que tanto Lucifer, ángeles y el mismo Hombre traicionarían de ante mano (esto para mi aún no tiene respuesta).
    Por otro lado el tema del bien y el mal a veces es subjetivo, como por ejemplo el tema de la esclavitud en estos tiempos casi todos concordamos que es algo malo, pero si vemos la biblia el mismísimo Patriarca Abraham era esclavista («tuvo a su hijo Ismael con una esclava «sierva» llamada Agar”) y aun así es recordado por el cristianismo, Judaísmo e Islam como su Patriarca.
    Estas son cosas que hacen pensar…

    Quiera algún día dedicases un Post. Sobre el tema del bien y el mal….

    ¡Un abraso!

  8. Celina dice:

    Yo creo que el problema radica en que creemos!,¿quien es Díos? en cuanto a la Biblia la lectura es muy del mundo terrenal.Yo creo en Díos porque lo e podido comprobar muchas veces pero me parece que no es el que me pintan los libros.

  9. Humberto Salazar dice:

    Hola Gustavo. Como siempre, tus artículos y posiciones nos ponen a reflexionar y pensar más allá de la simple lectura. Qué agradable es leer tus posiciones: libres, sin tapujos, con intencionalidad. Comparto plenamente tu posición frente a un personaje tan interesante como Lucifer. También comparto, que gracias a él, los humanos hemos podido luchar por una esperanza. Que harto un paraíso donde no pasa nada!!!! o donde se sabe que va a pasar!!!. Lo bueno de la vida es la incertidumbre, el día a día, la posibilidad de construir nuestra propia historia. Leyendo tu artículo, recuerdo el libro de J.J. Benitez «La Rebelión de Lucifer».Muy interesante, que muestra otra visión o cara del personaje. Los invito a leerlo. Un abrazo Gustavo!

    • jorge dice:

      Exacto, Manu. Es una imposición a veces violenta eso de tener dioses que te desprecian y te dicen que los buenos y «elegidos» son otros. Ese no es mi dios.

  10. Eva-Margarita Emargareth dice:

    Ay, Gustavo me he divertido mucho con este artículo sobre Lucifer. Tal vez si asociaras lo escrito a las Obras de Zecharia Sitchin verías que todo es muy claro: En la pelea de los dioses Enki («nuestro Creador» ) y su hermano Enlil (que nunca nos quiso y se opuso a la creación del hombre) enredaron a los que querían escuchar, pues la serpiente viene a ser nuestro propio creador quien quiere que lleguemos al conocimiento, pero la historia es contada por Enlil, quien revistió todo esto como si fuera negativo, por pura competencia con su hermano. Eso me suena bastante más coherente que la otra historia. Aunque, Gustavo, por favor: tu sabes que estamos hablando de metáforas, pues así lo podíamos entender hace todos los miles o millones de años que esto sucedió… si es que sucedió.
    De cualquier manera es un tema fascinante y que tal vez nunca sepamos que es lo que pasó, por eso es bueno enterarse de varias teorías, alguna de ellas uno puede sentirla más verdadera o cercana a la capacidad de consciencia que uno maneja.
    Un abrazo y sólo se feliz.
    EM.

  11. Lilianna dice:

    Siempre Excelente, Gustavo!!!!
    Ahora una pregunta: …si dios creó TODO.. lo bueno y lo aparentemente malo… entonces no será que es el mismo con las dos caras de la misma moneda??? Y en el mejor de los casos, porqué no se muestra? Hay tantos «creyentes! que lo invocan… y nunca se presenta….
    …Y en cambio sí se dice: ésto es diabólico… O mejor la correspondencia a: fuimos asaltados y «gracias a dios, nos salvamos de la bala del asaltante»… me parece que es una tontería perversa la del dios omnipotente que todo lo sabe… En fin a continuar, la Humanidad es hermosa!!!!
    GRACIAS SIEMPRE GUSTAVO POR TODA TU GENEROSÍSIMA ENTREGA. Y DE LOS VARIADOS TEMAS QUE EXPONES!!!! GRACIAS, AL IGUAL QUE A TODO TU GENIAL EQUIPO.
    Abrazos fraternales. Lilianna.

  12. Patricia dice:

    ¿POR QUÉ HAS HECHO ESTO?, ¿QUE QUIERES, QUE BUSCAS?.
    LA TRANSMUTACIÓN DE TODOS LOS VALORES.

    Llegaron para cuando el planeta había terminado de enfriarse, en el tiempo que conocemos como finales del Eón Hadeico , iniciando el Arcaico

    Ya desaparecidos de la atmósfera los gases venenosos como metano e hidrogeno, el dióxido de carbono y el vapor de agua habían llegado a la superficie por medio de los volcanes; y a medida que se enfrió el vapor de agua, ahora agua liquida, se acumuló hasta convertirse en los primeros océanos. Lanzaron las burbujas de caldo conteniendo el ARN autoreplicante a las extensiones acuáticas y esperaron.

    Eran hermosos, humanoides, inmortales, por lo tanto asexuados. No eran clones y por esto, sus mentes desiguales percibían, pensaban y resolvían de manera distinta. No eran clones y por esto su aspecto físico era diferente, algunos más brillantes, algunos más altos, algunos más bellos. Destacaba uno llamado Helel.

    Pasó un eón desde la siembra. Vieron las primeras formas de vida unicelulares, que resistiendo los cambios producidos por la cristalización del núcleo interno del planeta, el bombardeo de meteoritos y la generación del campo magnético, dieron origen a las primeras bacterias productoras de oxígeno. Vieron como las formas unicelulares se hacían más complejas y como colonias de algas verdes poblaban los mares.

    Ya todo iba más rápido. En el eón siguiente algunas formas pluricelulares comenzaron a salir de los océanos, aparecieron las primeras plantas terrestres, luego los grandes árboles primitivos. Los invertebrados van cediendo su dominio con la aparición de los primeros anfibios, insectos y reptiles, mientras el planeta daba millones de vueltas en torno a la estrella central. Vieron con dolor como la confluencia de los terrenos secos formaban un único continente, ocasionando la extinción del 95% de las especies, y otros millones de años más, una nueva extinción en el interludio entre los períodos Triásico y Jurásico. Se asombraron con animales más grandes que ellos, los primeros dinosaurios.

    A diferencia de ellos, la vida en este planeta, carente de inmortalidad, tendía a mantenerse en base a la reproducción, perfeccionado los mecanismos de intercambio genético, que permitieron la diversidad de especies y la evolución de ellas.

    Y en forma acelerada aparecieron animales terrestres y marinos que llevaban a sus hijos en sus vientres y los alimentaban con sus mamas. Simultáneamente sucede una extinción masiva que acaba con los dinosaurios. Y solo un rato después los primeros homínidos se alzaron en dos patas y los miraron a los ojos.

    Solo uno de los visitantes fue sensible a esa mirada. Y les dio un nombre “homini”, puesto que eran hijos de Humus (Tierra)

    Y cuando los homini sufrían el frío y la oscuridad, Helel sufría. Porque en su corazón había nacido una luz nueva, que lo hizo más brillante aún. Y él llamó Amor a esa luz (en latín amor, derivada de la raíz indoeuropea amma=mamá).

    Y Helel quiso que los homini fueran como él. Y les dio la luz.

    Su acción no estaba desprovista de riesgos y pagó las consecuencias. Su superior, indignado lo llamó. Le hizo ver la gravedad de sus actos. Ya no serían únicos en este universo, algún día los homini serían como ellos, inundados por la luz del conocimiento, llegarían hasta ellos, quien sabe en que tenor, ¿para desplazarlos hacia su universo de origen?,¿para reemplazarlos en la colonización de este universo?. Fracaso horrendo de la misión. Y la voz inmensa de Jah se alzó para preguntarle a Helel:

    ¿Por qué has hecho esto?, ¿que quieres, que buscas?.

    Y Helel respondió:

    La transmutación de todos los valores.

  13. Bronson dice:

    Su artículo es puro gnosticismo. Poner al demonio a la altura de Dios omnipotente me parece lo más zafio, satánico y masónico que he leído en mucho tiempo.

    Su ídolo «portador de la luz» satanás según usted le dará el conocimiento, pero aquí el único que da la libertad y el verdadero conocimiento es Jesucristo.

    ¿A qué logia pertenece usted y qué grado tiene?

    Estaría bien saberlo….

    • Gustavo Fernández dice:

      Si bien es correcto que pertenezco a cierta Logia con cierto grado (de lo que no tengo problema en hablar excepto cuando se me requiere de manera intempestiva y soberbia, como es este caso), eso nada tiene que ver con la nota sobre la cual, evidentemente, usted nada ha comprendido. Y nada ha comprendido porque no se debate la peregrina «relación de fuerzas» que usted insinúa, sino el derecho naural de la especie humana a disentir, a no admitir «verdades reveladas», al monopolio del «pensamiento único». Así, Lucifer es, en el artículo, la metáfora que usted no supo entender. Aunque por lo visto, de un fundamentalista religioso no puede esperarse eso. Y por cierto, así fuera «puro gnosticismo»… ¿cuál es el problema?. Mal enfoque el suyo si piensa que tratarme de gnóstico me resulta insultante (aunque seguramente en el medio que usted se mueve sí lo es.). Pero tranquilo; en consecuencia y como me es indiferente, puede abundar en los mismos.
      Buenas tardes.

    • jorge dice:

      Gustavo, no te gastes. Sólo ponle en duda la existencia histórica de Jesús y vas a ver cómo le agarra un ataque de nervios. Desde hace mucho me he dado cuenta de que es inútil discutir con gente religiosa, que por el sólo hecho de serlo ya es ignorante y fanática. Te mando un gran abrazo gnostico y masónico, jaja

  14. Anteo dice:

    Hay dos cosas que desde una perspectiva materialista científica, en mi cabeza chocan un poco con esta idea masónica-luciferiana y me gustaría comentar:
    -La Entropía/Dios es el mal. ¿Qué pasa con esas «fluctuaciones» de las que el universo está lleno, y que han creado Orden y Complejidad sin intervención del hombre (Prometeo/Lucifer)? Por ejemplo, las estructuras de galaxias, estrellas, la aparición de la vida, e incluso nosotros mismos, orden que muchas veces no controlamos con nuestra Razón (la digestión de una manzana que acabamos de comer).
    -Esta es un poco más filosófica y que planteo como duda personal, ¿la masonería o luciferianismo o la mayor parte de sus practicantes, o incluso usted mismo, se define como monista o dualista? ¿Se reconoce a la Razón y al impulso creador como propiedades emergentes de un orden previo biomolecular y por tanto material?
    Gracias.

    • Gustavo Fernández dice:

      Se parte aquí de una «petición de principio» errada: no soy, no practico, el luciferismo (no «luciferanismo», porque los mismos no devocionan a un «Luciferia» 🙂 ) La nota es la expresión de un inconformismo intelectual (¿alguna vez será posible expresar una inquietud sin que a uno le etiqueten?) y, en consecuencia,m los meandros especulativos de este tenor me son ajenos. Buenas tardes.

  15. Carlos dice:

    Lucifer «No se opuso a Dios: engrandeció Su obra»…
    Entonces eso quiere decir q tanto Dios como Lucifer estan dentro de la verdad.¿?…

    Pero no hay q olvidar q Lucifer en un principio fue el portador de la Luz, mas no fue la Luz (q es Dios). Lucifer no quiere ser Satanas sino Dios.
    Lucifer es el bien y el mal en un mismo ser: es por eso q se cumple: «Hacer el bien a traves del mal»…

    Lucifer es la falsa luz q a traves del engaño quiere ser Dios.

  16. Juan Carlos Montejano dice:

    Excelente , si no hubiese aparecido la serpiente aún estaríamos desnudos regocijando nos en un paraíso como zombis, si la mitología creational fuera cierta satanas fue el primer libertador , felicidades gran artículo

    • maribel dice:

      «…dejamos adormecer aún más nuestras neuronas, poco o mucho tiempo después, no importa cuándo, nuestro cuerpo sólo, o el planeta todo, estarán reducidos a polvo y sumidos en el olvido. Seremos parte de la Nada.» No hablemos por el momento de Lucifer, hablemos de Jesús, mi señor y salvador, ¿quieren conocer a Dios?, ahí está su hijo, que es el camino, la verdad y la vida.

  17. Emiliano dice:

    Existimos en un plano de dualidad, si consideramos los dichos bíblicos de que estamos hechos a imagen y semejanza de «Dios», se puede desprender que el «mal» (lo pongo entre comillas ya que a fin de cuentas no existe mal o bien) es también parte de «Dios». De igual manera, considero que nuestras imperfecciones corresponden a dicha semejanza, ya que considero que el «Dios» creador de este plano dista mucho de ser perfecto. Dicho «Dios» se alimenta del dolor y sufrimiento generado en este plano, ya que son los motores evolutivos.
    Por eso se dice que la dualidad de «Dios» es Satanás, que son dos expresiones del mismo ser y nada tienen que ver con Kristos-Lucifer, que es otro ser.
    Existe una gran lucha cósmica entre ambos bandos, en algún momento consideré alinearme al bando de Kristos-Lucifer, pero caí en la cuenta de que este plano es el tablero de ajedrez, que los dos contrincantes se encuentran seguros, cada uno a un lado del tablero y las piezas sacrificables somos nosotros.
    Por eso, mi espíritu guerrero me lleva ser un individuo errante y caótico que decide no ser un soldado de ningún bando. Guiarme por mis valores y ética espiritual (que nada tiene que ver con la moral) y buscar la manera de salir de este tablero de ajedrez.

    Saludos a los Kamaradas que se encuentren en la misma búsqueda.

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